¿Por qué es tan difícil controlar la sensación de inseguridad?

La agenda este 2023 ha estado marcada por el aumento en casos de delincuencia a nivel nacional. Este tuvo su punto más álgido con la muerte en acto de servicio del cabo Daniel Palma, el tercer carabinero fallecido en menos de 30 días, lo que provocó llamados desde distintos sectores de la sociedad para tomar medidas concretas en pro de mayor seguridad, identificar a los responsables y que cumplan sentencias acorde a sus delitos.

Según un estudio de la Cámara de Comercio de Santiago de enero de este año, el 70% de la población percibe al país como «inseguro» y solo un 8% lo considera «seguro o muy seguro». Este número se ha mantenido alto incluso en momentos de baja efectiva en el número de delitos. ¿Por qué ocurre eso? Jade Ortíz, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás, nos entrega algunos puntos a considerar.

¿Por qué existe una constante sensación de inseguridad?

“Para responder es necesario comprender cómo opera nuestro cerebro en esta materia. Primero, nos alimenta la información que recibimos, lo que va formando esquemas mentales que dirigen la vida cotidiana”, comienza señalando la psicóloga.

Según explica, sentir seguridad es “una necesidad básica del ser humano”, lo que implica “control, predicción, productividad, bienestar” y otros aspectos. Al recibir información negativa sobre la convivencia social –robos, violaciones, estafas y otros delitos- y resultados que se pueden considerar “injustos” por faltas de castigo, Ortiz señala que “nuestro cerebro comienza a concluir que el mundo es inseguro y no hay quien nos proteja”.

Ante estas condiciones, el cerebro rápidamente se pone en estado de alerta: “Comenzamos a filtrar la información de lo malo y le ponemos foco sólo a aquello, ya que confirma una creencia que ya se instaló y que es reforzada continuamente por los medios de comunicación y las conversaciones cotidianas”.

Esto último, explica la psicóloga, provoca que incluso la existencia de datos que aseguren la baja en este tipo de hechos “sean ignorados porque tienen menos peso debido al sesgo”.

¿Qué tan acertada es la percepción de la gente?

La percepción de la realidad se ve forjada por la información obtenida, la que muchas veces viene de pares que también están influenciados por la misma información y sesgo. Esto provoca que “busquen hechos, sean pequeños o grandes, que confirmen su esquema”.

Al tener este constante “estado de alerta”, el cuerpo humano genera niveles más altos de estrés y cortisol, hormona que en estado elevado provoca ansiedad, angustia y depresión. Es decir, la sensación de “amenaza” provoca cambios en la personalidad y el bienestar mental de las personas.

“Es muy difícil lograr que las personas puedan bajar su percepción de inseguridad y los síntomas asociados a ello si no hay un cambio en los contenidos a los que estamos expuestos y a la forma en la que son presentados”, sostiene Ortiz.

¿Qué se recomienda para bajar los niveles de estrés?

Uno de los consejos que entrega la psicóloga es que “las personas no vean tantas ‘noticias’ ni se metan en redes sociales que involucren contenidos que puedan promover la desesperanza”, así como también utilizar medios de comunicación con fuentes confiables y no cadenas de información sin respaldos. Otro es también “equilibrar la información con noticias ‘buenas’, positivas, aquellas que entreguen esperanza”.

Pensando en las personas más jóvenes, Ortiz señala que es importante el “aprendizaje y motivación” para mantenerlos comprometidos con un buen comportamiento: “Los niños y jóvenes, al no ver consecuencias negativas de realizar actos inadecuados socialmente, tienen más posibilidades de imitarlos. No lo ven como malo”.

Cuidado con el sensacionalismo

“Lamentablemente los seres humanos somos voyeristas y nos llama la atención el morbo, pero no somos conscientes de cuánto mal nos hace cuando la información solo versa sobre aquello. Los medios de comunicación alimentan esta tendencia humana, en vez de aportar a la otra tendencia, la búsqueda de lo bueno y lo esperanzador”, comenta la profesional.

Luego añade que hay un tema en la forma en la que se presentan los hechos: “Cuando se habla de una banda en las noticias, se habla de su impunidad y ferocidad, incluso cuando son juzgados y encarcelados”.

Entonces, para ella es importante que exista un “trabajo mancomunado y sincronizado de varias entidades” para aterrizar la percepción de inseguridad y no contribuir a un mayor deterioro de la salud mental y la percepción de bienestar subjetivo.

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