La nueva constitución debe asegurar un derecho a la salud donde se garantice la libertad de elegir un sistema privado o público.
Al unificar el sistema como pretende hoy el gobierno, sería imposible abarcar todas las demandas de la ciudadanía en salud ya que sólo el Fondo Nacional de Salud (FONASA) ya representa un 53% de consultas médicas. Unificar el sistema tendría, también, un impacto nefasto para la red asistencial pública por cuanto las listas de espera, que ya son extensas, se acrecentarían aún más.
Claramente la nueva Constitución debe garantizar la salud como un derecho, entregándoles a las personas la seguridad y la libertad de elegir entre prestadores privados o públicos pues por sí solos, ninguno de los dos sistemas son capaces de atender a toda la población; de allí la importancia que existan ambos y que todos tengamos acceso a a ellos.
Mi compromiso también es abordar esta temática tan relevante para nuestro país y para Atacama y tengo la convicción de que con el respaldo de ustedes este 07 de mayo, vamos a redactar una mejor Constitución para todos.