¿Cómo trabajamos por un mundo más sostenible si no preservamos nuestros patrimonios?

JUAN PABLO BARAONA

Gerente Estrategia Sectorial

Banca Ética Latinoamericana

El próximo 27 y 28 de mayo, nuestro país celebra una nueva versión del Día de los Patrimonios. Una celebración colectiva, gratuita y descentralizada que permite a la ciudadanía recorrer no solo variados edificios públicos y Monumentos Nacionales, sino edificios privados, barrios, senderos ecológicos, murales, parques, entre otros. Busca favorecer el encuentro directo, reflexión y toma de conciencia entre las personas y las distintas manifestaciones patrimoniales, transformándose en la actividad cultural más importante del país.

El lema de este año 2023 es “Recuerdos para el futuro”. Los patrimonios hablan de nuestra historia e identidad, pero ¿cómo podremos seguir sosteniendo nuestra historia si no trabajamos por un mundo más sostenible? y ¿cómo los patrimonios contribuyen a ese futuro?

En primer lugar, los patrimonios son una fuente invaluable de conocimiento y aprendizaje. Permiten comprender la historia, las tradiciones y la relación con el entorno. En ellos convergen una gran variedad de saberes integrados, se encuentran estrechamente relacionados con la identidad de las comunidades y su resiliencia, valoración y preservación contribuye a la conservación de las tradiciones transmitidas de generación en generación. Esto es fundamental para el desarrollo de las personas y comunidades, puesto que fortalece la cohesión social y la capacidad de las comunidades para adaptarse a los cambios, teniendo prácticas más sostenibles en la vida cotidiana y en las decisiones a largo plazo.

En segundo lugar, los patrimonios son una contribución por su valor económico intrínseco. Los sitios históricos, monumentos, edificios públicos y parques son motores económicos locales a través del turismo, el empleo y el desarrollo de actividades relacionadas. Al invertir en los patrimonios, se crean oportunidades económicas sostenibles para las comunidades que contribuyen al desarrollo de un territorio.

Por último, los sitios y áreas patrimoniales vinculados con un entorno natural se encuentran ligados con la conservación del medio ambiente. Al proteger y conservar estos lugares, se contribuye a la preservación de la biodiversidad, los ecosistemas y los recursos naturales. La conservación de los patrimonios incluye prácticas de gestión sustentable, como la restauración ecológica, la protección de áreas naturales y la promoción de prácticas de turismo sostenible.

En estos 24 años que se ha celebrado el Día de los Patrimonios, ha habido algunos avances, pero aún queda trabajo por realizar. Si bien la Ley de Monumentos Nacionales se ha modificado, es necesaria su actualización y, del mismo modo, esperamos que se siga avanzando en el aumento de áreas protegidas, la restauración de edificios patrimoniales, la promoción del turismo cultural, la protección del patrimonio indígena o la conservación del patrimonio arqueológico.

Sin duda, estas iniciativas presentan un compromiso con la protección y conservación de nuestra historia y su entorno, ya que contribuyen a un futuro más sostenible. Se podría pensar que es algo lejano para el mundo financiero, pero hoy, la nueva mirada de la economía que propone Banca Ética apunta una gestión de financiamiento que impulse esta valoración y así contribuir en la construcción de una sociedad más humana y fraterna.

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