Si bien la mayoría de los gatos se recuperan sin complicaciones, en casos raros puede mutar y desencadenar la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) que casi siempre es fatal .
En el marco de las informaciones internacionales que han dado cuenta de una alta mortalidad de gatos en Chipre asociada al llamado Coronavirus (FCoV) felino, la Comisión Nacional Una Salud del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), clarificó que el virus -que data desde 1963-, está presente en todo el mundo y no se transmite al ser humano.
“El coronavirus felino afecta a los gatos y se divide en dos biotipos: el coronavirus entérico felino (FCoV) y el coronavirus felino de la peritonitis infecciosa (FIPV). El FCoV es común y suele causar infecciones gastrointestinales leves o asintomáticas. La mayoría de los gatos se recuperan sin complicaciones. Sin embargo, en casos raros, el FCoV puede mutar en FIPV, lo que desencadena la peritonitis infecciosa felina (PIF), una enfermedad grave y casi siempre fatal en los gatos”, señaló el Dr. Víctor Neira, vocero de Colmevet y académico de la Universidad de Chile.
Según explicó la Dra. Gabriela Muñoz, médica veterinaria y estudiante de Doctorado en Virología Animal, el coronavirus felino (FCoV) ha sido detectado en la población de gatos en Chile, puede afectar tanto a gatos domésticos como a gatos callejeros. Sin embargo, no existe una cifra exacta de prevalencia de casos.
“La transmisión del coronavirus felino puede ocurrir tanto de forma directa como indirecta. El contagio indirecto a través de las heces se considera la principal fuente de infección, ya que contienen una alta carga viral. También es importante tener en cuenta que el virus puede ser eliminado durante aproximadamente una semana después de la infección, y la eliminación recurrente o persistente del virus puede generarse durante semanas e incluso años”, puntualiza.
La infección por coronavirus felino puede presentar una amplia variedad de signos clínicos, desde casos asintomáticos hasta enfermedad grave. Los gatos infectados pueden mostrar falta de apetito, letargo, vómitos ocasionales o diarrea. En casos raros, el virus puede mutar y dar lugar a la peritonitis infecciosa felina (PIF), que dependiendo de la forma de presentación puede llegar a presentar desde fiebre intermitente, ascitis, efusiones en otros tejidos, pérdida de peso y letargo, hasta signos neurológicos y oftálmicos.
El coronavirus entérico felino (FCoV) puede afectar a diferentes especies relacionadas como grandes felinos y hurones. Sin embargo, es crucial destacar que el coronavirus felino no se transmite a los humanos y es una enfermedad específica de los gatos. Los casos de infección en otras especies son poco comunes y no representan una preocupación significativa para la salud humana.
Desde el Colegio Médico Veterinario recalcaron que la prevención de la propagación del virus se puede lograr mediante medidas de higiene adecuadas, como la limpieza frecuente de las áreas de deposición de los gatos y un manejo correcto de las heces. Es importante eliminar y desinfectar adecuadamente las áreas contaminadas con heces, así como lavarse las manos después de manipular a los gatos o sus excrementos. Estas prácticas ayudan a reducir el riesgo de transmisión del virus y mantener un ambiente más saludable para los gatos.