Michael Silva Espinoza
Académico Escuela de Ingeniería U. Central
La obsolescencia programada es una estrategia de los fabricantes para impulsar a los consumidores a comprar productos nuevos, lo que resulta en un exceso de compras y renovación constante, generando grandes cantidades de residuos, especialmente productos electrónicos como celulares, lavadoras, jugueras y otros electrodomésticos.
En marzo de 2023, la Unión Europea propuso una nueva legislación con lineamientos y prioridades sobre el derecho a reparar, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de economía circular para 2050. Algunos países, como Chile, aún no tienen una regulación específica que proteja el derecho a reparar y extienda las garantías de los productos más allá de los seis meses iniciales.
La obsolescencia programada tiene un impacto ambiental negativo, generando basura tecnológica y aumentando el consumo de materias primas. Es fundamental promover la reparación como una práctica para mejorar la salud medioambiental del planeta y reducir la generación de desechos electrónicos.