El reciente cambio de gabinete ministerial trajo consigo el descabezamiento del Ministerio de Minería que estaba convertido en un verdadero embrollo político, debido a las diferencias por la renovación de la fundación Nueva Paipote Atacama, quedando de manifiesto claramente las dos almas políticas del gobierno.
La ministra Marcela Hernando (Partido Radical) y el vicepresidente ejecutivo de Enami Jaime Pérez (ex PS) eran partidarios de llevar a cabo la concreción de la nueva fundición; sin embargo, el subsecretario Willy Kratch (Convergencia Social) defendía la posición de que esa inversión no tenía rentabilidad social. Las diferencias llegaron al punto de que a Kratch se le acusó ante el Tribunal Supremo de su partido por “conspirar” en contra de Pérez de Arce.
Las diferencias y conflictos generados por estos ejecutivos ya no daban para más en el Ministerio de Minería, por lo que era inminente la salida de la jefa de la cartera, Marcela Hernando, además del subsecretario Willy Kracht y el vicepresidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Minería (Enami), Jaime Pérez de Arce.
Según el medio digital Ex Ante, las diferencias entre la ministra Hernando (Partido Radical) y el subsecretario Willy Kracht (Convergencia Social) radicaron en la idea de renovar la fundición Hernán Videla Lira, también llamada “Nueva Paipote”, que surgió en la gestión del vicepresidente ejecutivo de Enami, Jaime Pérez de Arce, en el segundo gobierno de Bachelet, cuya inversión se estima en unos mil 100 millones de dólares.
Sin embargo, el vicepresidente de Enami, Jaime Pérez de Arce (ex PS), quien lleva años insistiendo en la necesidad de construir esta fundición de alto nivel, sostuvo que no era efectivo que el proyecto tuviera una rentabilidad negativa evaluada, aduciendo que las críticas tenían el punto de vista privado, recordando al mismo tiempo que la “Nueva fundición” era un compromiso de campaña de Boric.
En apoyo a la posición del vicepresidente ejecutivo de Enami estaban la ministra Hernando y los sindicatos de la estatal, quienes estaban de acuerdo en aumentar la capacidad de fundición y refinamiento en el país, para lo cual era necesario fortalecer la Enami y también Codelco. En sentido contrario estaba la postura del subsecretario Kracht que, respecto de la Enami, tenía una postura similar a la que tradicionalmente han tenido, no todos, sino que algunos sectores de la centro derecha, en orden a no facilitar las cosas a la Enami que, en este caso, veían con buenos ojos la postura de Kracht.
En esta disputa interna que existía al interior del Ministerio de Minería se generaron diferencias tan brutales que en una oportunidad, cuando el subsecretario Kracht quedó como presidente subrogante de Enami, intentó pedir la renuncia de Jaime Pérez de Arce, para lo cual no tenía autoridad ni facultades, ya que estaba intentando sacar de su cargo a un hombre de la confianza de Boric, quien lo designó en ese puesto.
Por esta acción, la “conspiración” del subsecretario llegó al Tribunal Supremo de Convergencia Social -donde milita Kracht- acusado de “faltas a la conducta y a la ética”, quien planteaba que el vicepresidente de Enami era parte del problema y había que removerlo a como diera lugar.
En consecuencia, el descabezamiento del ministerio y la llegada de Aurora Williams como ministra de Minería, quien se desempeñó como jefa de la cartera en el segundo gobierno de Bachelet, viene a poner nuevos bríos en el resquebrajeado ambiente que muchos comparan con la determinación que tomó Boric cuando también descabezó el ministerio de Justicia tras los audios que se filtraron donde se expresaban con un lenguaje vulgar sobre el embajador de Argentina en Chile.
