A la espera de la Constitución 2.0: Un llamado a la reflexión

Por Eduardo Estefan Sepúlveda

En las últimas semanas, el Partido Republicano ha sido objeto de fuertes críticas desde diversos sectores políticos, incluso desde sus propias filas, por las concesiones realizadas en las enmiendas al borrador de la nueva constitución.

Es innegable que estas enmiendas representan un avance significativo respecto a las propuestas iniciales de los expertos. Personalmente, considero que dejan atrás la «Constitución Habilitante» que favorecía a los comunistas, para convertirla en una normativa “inhabilitante” que no les permitirá llevar a cabo sus acciones sin temor a represalias.

Las críticas, en mi opinión, encuentran su raíz en un sentimiento común: el miedo.

Por un lado, la izquierda teme que esta nueva constitución obstaculice su agenda, que consideran regresiva, discriminatoria y contraproducente para Chile. Tanto es así, que el Partido Comunista ha llamado a votar en contra de lo que surja de este consejo constitucional.

Por otro lado, los propios republicanos están preocupados por no querer ceder en exceso y abandonar sus principios fundamentales.

Es comprensible que los partidarios de los republicanos sientan ese temor, pero nada es más eficaz para vencerlo que enfrentarlo y analizarlo. Al hacerlo, nos damos cuenta de que esos miedos rara vez se materializan.

El partido ha trabajado en conjunto con Chilevamos para redactar las enmiendas de manera que satisfagan a ambos sectores y fortalezcan nuestra causa. La supremacía constitucional se mantiene, al igual que el derecho a la vida. La única modificación fue el cambio de 2/3 a 3/5 en el quórum necesario para reformar la constitución, lo cual sigue siendo más que los 4/7 actuales. En este proceso, el Partido Republicano no ha cedido en sus principios.

Esto debería disipar los miedos. Sin embargo, lo que brinda aún más tranquilidad es su propio poder. En diciembre, usted podrá decidir a favor o en contra del borrador que surja del consejo constitucional. Le insto a que se tome el tiempo de leerlo, entenderlo y estar informado para tomar una decisión correcta sobre lo que es mejor para Chile.

En lo personal, aguardo con expectación el borrador, lo leeré y tomaré una decisión consciente. Hasta ahora, no hay nada que aprobar ni rechazar, solo queda esperar. Pero una vez que tengamos el borrador en nuestras manos, podremos decidir qué camino elegir. Hasta entonces, le recomiendo dejar el miedo de lado, observar cómo reacciona la izquierda y recordar que «si el río suena, es porque piedras trae».

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