Leche de cabra al rescate

Para todos aquellos que sufren alguna patología alimentaria asociada al consumo de leche de vaca, existe hoy día y ha existido por mucho tiempo, la leche de cabra, la cual se ha ido transformando en una excelente sustituta de la leche de vaca y con los mismos o quizás más beneficios nutricionales que esta.

Esta posibilidad de ser un buen sustituto de la leche de vaca se debe a que la composición de la proteína de la leche de cabra es de un tipo distinto, lo que le permite ser más digerible por el organismo, evitando los trastornos gastrointestinales. A su vez, es importante destacar que la leche de cabra es cercana a ser un alimento casi perfecto con una estructura sorprendentemente similar a la leche materna.

La leche de cabra está compuesta en base a 100 g por 70 Kcal; 3,3 g de proteína; 4,5 g de Hidratos de carbono; 4 g de grasas; 11,0 mg de colesterol. Tiene un índice glucémico de 24, considerado como bajo por lo cual no eleva el nivel de glucosa de la sangre.  Posee a su vez muchas vitaminas como la A, D y C, y en menor cantidad B1, B2, B3, B5 y B12 y también minerales como calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro, zinc, selenio, manganeso y cobre.

La proteína de la leche de cabra suele presentar una relación entre aminoácidos esenciales y totales de 0,46 y una relación de esenciales contra no esenciales de 0,87. El tamaño de las micelas de caseína es más pequeño en la leche de cabra (50 nm) en comparación con la leche de vaca (75 nm), de ahí su mayor digestibilidad. Estas caseínas de la leche de cabra se caracterizan por contener más glicina, así como menos arginina y aminoácidos sulfurados, especialmente la metionina.

La composición grasa de la leche de cabra es la principal responsable de sus propiedades contra el colesterol alto, pues impide que se absorba el exceso de ácidos grasos saturados del organismo, de esta forma se reduce la concentración de colesterol LDL y triglicéridos y aumenta la concentración de colesterol HDL o bueno.

Esta noble sustancia es indicada por médicos y nutricionistas como alimento alternativo en personas alérgicas a la leche bovina, así como a intolerantes a la lactosa. Además, resulta aconsejable para individuos mayores que revelan perturbaciones intestinales. Muy importante es destacar, que la corporación médica internacional certifica que la leche de cabra consigue revertir problemas alérgicos en niños que van del 50 al 80 %. Un dato no menos importante, reside en que los pequeños que sufren estas afecciones ascienden al 7 % de la población mundial.

Por lo tanto, si usted o algún familiar presenta alguna patología asociada al consumo de leche de vaca, la leche de cabra se puede transformar en una buena alternativa, sobre todo considerando que hoy encuentra queso maduro, fresco, yogurt, manjar y helados.

Claudia Narbona Castillo
Académica Nutrición y Dietética, U.Central

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