Iván Mlynarz explicó ante la SONAMI junto al Gerente del Proyecto Modernización Fundición Hernán Videla Lira, Hernán Santander, el proyecto de futuro que tiene la estatal para el plantel de Paipote que apunta a un equilibrio entre lo ambiental y lo operacional.
Invitado por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), el vicepresidente de la Empresa Nacional de Minería, Iván Mlynarz, expuso sobre el proyecto del plan de Modernización de la Fundición Hernán Videla Lira, instancia en la cual reiteró las razones que justifican adelantar la paralización temporal de sus operaciones.
Acompañado por el Gerente del Proyecto Modernización Fundición Hernán Videla Lira, Hernán Santander, Mlynarz insistió en que “hay medidas necesarias y urgentes que tomar, pero no es para cerrar la ENAMI o privatizarla, como algunos dicen, sino para seguir cumpliendo nuestro rol de fomento a la pequeña y mediana minería”.
“A nosotros nos encantaría decir que hay otra solución que no sea la paralización anticipada, pero no podemos dejar que suceda lo mismo que ha pasado en otros gobiernos en que se hace el quite a este problema, como cuando se dejó un proyecto de modernización cuatro años detenido. No podemos, porque la deuda que hoy día tenemos nos lo impide”, indicó ante una audiencia compuesta por el presidente de la Sonami, Jorge Riesco, el vicepresidente de la entidad Patricio Céspedes, directores, ejecutivos y asociados de la organización que agrupa a representantes de la mediana y pequeña minería del país.
Al poner foco en la delicada situación financiera de la empresa, que explica la propuesta de paralizar anticipadamente la fundición ubicada en Paipote, el vicepresidente ejecutivo remarcó que “ENAMI no puede recibir ningún préstamo bancario, que fue la forma en la cual se financió durante todos los años anteriores, y esa situación nos ha llevado a que hoy día no podemos pagar de manera consistente y permanente el concentrado que nosotros estamos fundiendo, y también nos estamos atrasando con nuestros proveedores. Por ello estamos priorizando pagar en los poderes de compra porque entendemos la situación que provocaríamos en la pequeña minería. No podemos hipotecar el pago a los pequeños mineros por seguir operando una fundición que está en pérdida”.
En este contexto, añadió que “en la conversación pública hemos planteado esto, pero no se escucha, o no se entiende o no se quiere entender, pero hoy esa es la situación en la cual se encuentra la ENAMI. Lo hemos planteado en la Cámara de Diputados, a nuestros sindicatos, a las autoridades regionales: paralizar anticipadamente la fundición no es una medida popular, pero tampoco es una medida antojadiza, sabemos que tiene costos, pero ENAMI requiere tener un futuro, porque si no lo hacemos destruimos la actividad de la pequeña minería del país”, indicó.
En su exposición, los ejecutivos de ENAMI destacaron que el proyecto de modernización de la FHVL busca el equilibrio entre lo ambiental y lo operacional, ya que no solo se adelanta a futuras normas de emisiones, sino además cuenta con estudios que respaldan que hay mercado de concentrados suficiente para la capacidad de procesamiento estimada, que alcanza las 850 mil toneladas anuales.
Además, recalcaron que la tecnología china que se empleará en la planta modernizada permitirá operar en los costos proyectados, lo que garantiza tener a futuro una fundición competitiva. Asimismo, remarcaron que la planta modernizada es fundamental en la estrategia de refinerías y fundiciones del actual gobierno, dado que apunta a resolver una debilidad estructural que tiene la industria minera.
En ese contexto, el Gerente del Proyecto Modernización Fundición Hernán Videla Lira, Hernán Santander, entregó los detalles técnicos del plan que contempla una inversión de casi 1.400 millones de dólares, y que avanza tanto en su trámite ante el Servicio de Evaluación Ambiental, como en sus estudios de factibilidad y en la búsqueda de inversionistas.
“Las posibilidades de materializar esta modernización son más ciertas que el 2017 o el 2018 por el avance que lleva el proyecto, así que esta es una tarea que debemos terminar durante este año junto con la actualización de la ingeniería, la búsqueda del financiamiento del proyecto y la obtención de la calificación ambiental. Nosotros esperamos tenerlo aprobado a finales del 2024, explicó.
En cuanto a los otros plazos, el gerente señaló que se estiman “dos años y medio de construcción, vale decir, todo el 2025-26 para tener un potencial inicio de puesta en marcha a mediados del 2027. Esto significa un peak en la construcción de alrededor de 3.000 trabajadores”. Recalcó además que “por una razón ambiental, no puede estar operando la fundición mientras nosotros estamos construyendo. Esa zona fue declarada saturada por material particulado a fines del 2021, entonces como estrategia definimos un plazo máximo de traslape que no superan los seis meses porque estaríamos generando un adicional en las emisiones de particulado actual”.
Al poner el foco en el largo plazo, y en alusión a una propuesta alternativa del Instituto de Ingenieros en Minas, Mlynarz insistió en la urgencia del proyecto de modernización, señalando que “nosotros nos tomamos en serio esto y no solamente se trata de un problema metalúrgico o de mantener la fundición actual funcionando, sino que tenemos que hacernos cargo del absurdo económico en el cual hoy día estamos, en que perdemos 242 dólares por cada tonelada que fundimos. Eso hay que resolverlo y para eso hay que invertir, no 80 ó 150 millones de dólares, sino hay que invertir en un proyecto entero nuevo, que nos permita hablar de una fundición de hasta 50 años y no seguir parchando la actual”.