Romina Bustos Águila
Académica Obstetricia
Universidad Andrés Bello
La matronería, como disciplina integral que abarca todo el ciclo vital de la mujer, incluida la salud materna y fetal, se enfrenta a la intrincada trama del aborto recurrente. Este escenario complejo para la salud y doloroso para la usuaria, plantea una interrogante trascendental: ¿existe una predisposición genética que subyace en estos episodios redundantes?
Existe evidencia científica que menciona puede haber una predisposición genética a experimentar abortos recurrentes en algunas personas. El estudio «Genética del aborto espontáneo recurrente: desafíos, conocimiento actual, direcciones futuras» aborda la compleja relación entre la genética y los abortos espontáneos recurrentes. Los autores subrayan la relevancia de abordar la predisposición genética en casos de abortos recurrentes y cómo la identificación de factores genéticos específicos puede proporcionar información crucial para el manejo clínico y las estrategias preventivas. Además, discuten sobre las limitaciones actuales en la investigación de este tema y plantean preguntas importantes que deben abordarse en futuros estudios para mejorar la comprensión y el manejo de esta compleja condición.
Otros estudios mencionan que anomalías cromosómicas en los padres, mutaciones genéticas específicas, y problemas en los genes relacionados con la coagulación pueden aumentar el riesgo de abortos espontáneos recurrentes. Además, las variaciones genéticas en genes que juegan un papel fundamental en el desarrollo embrionario y la disfunción uterina también pueden contribuir a la predisposición.
Resulta relevante destacar que la genética no es el único factor que puede influir en los abortos recurrentes: alteraciones hormonales, uterinas, infecciones, afecciones autoinmunes y factores ambientales también pueden desempeñar un papel importante.
La literatura científica nos sumerge en la complejidad genética inherente a este fenómeno. El estudio titulado «Causas genéticas del aborto espontáneo: una actualización» identificó anomalías cromosómicas como un factor central. Estos elementos genéticos, portadores de información crucial para el desarrollo embrionario, cuando entran en entrelazamiento incorrecto, elevan el riesgo de abortos recurrentes.
Adicionalmente, la revisión exhaustiva titulada «Estudios genéticos en la pérdida recurrente del embarazo: una revisión sistemática» destaca la asociación entre ciertas variaciones genéticas y la propensión a abortos repetidos. Dichas variaciones, presentes tanto en el óvulo como en el espermatozoide, impactan directamente en la viabilidad del embrión.
La matrona/ón, como profesional altamente capacitada, se encuentra en una posición única para abordar esta problemática desde una perspectiva integral. Más allá de la comprensión de la fisiopatología, la matrona se convierte en guía y apoyo emocional.
En el contexto de la predisposición genética al aborto recurrente, la matrona desempeña un papel crucial en la educación y el asesoramiento. La información sobre la posible contribución genética a estos eventos adversos no solo proporciona claridad, sino que también capacita a las parejas para tomar decisiones informadas respecto a su camino hacia la parentalidad.