En un mundo donde la sobremedicalización anticonceptiva ha generado interrogantes sobre la verdadera autonomía femenina, el Método Sintotérmico emerge como una herramienta poderosa que permite a las mujeres reconocer su ovulación y evaluar su propia salud, promoviendo así una nueva perspectiva de vida basada en la conexión con su ciclo menstrual y la exploración de su verdadero ser.
En la era de la información y la tecnología, donde los avances médicos y farmacológicos son celebrados como soluciones infalibles a los problemas de salud, es fundamental detenerse a reflexionar sobre el impacto que estas innovaciones tienen en la vida de las mujeres, especialmente en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva.
El enfoque de género es crucial al abordar este tema. Las mujeres han sido históricamente responsabilizadas por la anticoncepción, mientras que los métodos disponibles no siempre han considerado sus necesidades específicas. De igual forma, esta sobremedicalización anticonceptiva ha llevado a que la sexualidad de las mujeres esté permanentemente intervenida, donde se asume que las mujeres deben adaptarse a los métodos disponibles, sin considerar su ciclo natural ni su salud integral.
Al respecto, uno de los aspectos más destacados de este debate es que la sobremedicalización anticonceptiva ha llevado a casi el 80% de las mujeres a entre 15 y 49 años a depender exclusivamente de métodos farmacológicos para regular su fertilidad y prevenir embarazos no deseados según la Organización Mundial de la Salud (OMS), métodos que muchas veces no se ajustan a sus necesidades individuales y que pueden tener efectos secundarios severos, pero que, por sobretodo, promueven una desconexión con el propio cuerpo.
En este contexto, el Método Sintotérmico emerge como una alternativa revolucionaria que empodera a las mujeres al permitirles reconocer su ovulación y evaluar su propia salud de manera autónoma y precisa. La matrona Amapola Valdivia, experta en la materia, manifestó que “a diferencia de los anticonceptivos hormonales, que suprimen el ciclo menstrual y pueden tener efectos secundarios, esta herramienta utiliza indicadores de ovulación como la temperatura basal, el moco cervical y la posición del cuello uterino, para identificar los días fértiles e infértiles del ciclo menstrual”.
Por su parte, un estudio de The Journal of the American Board of Family Medicine sugiere que la efectividad del Método Sintotérmico oscila entre un 76 y un 99%, dependiendo de la precisión en su uso, por lo que ofrece una eficacia superior a la de los anticonceptivos hormonale de acuerdo a la OMS. De este modo, al ser aplicado correctamente, este método no sólo promueve una mayor conciencia y comprensión del cuerpo femenino. Al aprender a interpretar los signos y síntomas de su ciclo menstrual, las mujeres pueden identificar posibles desequilibrios hormonales y evaluar su salud reproductiva de manera más completa y holística.
Pero más allá de su utilidad como anticonceptivo, el Método Sintotérmico ofrece beneficios adicionales para la salud femenina. La detección temprana de posibles problemas, como desequilibrios hormonales, síndrome del ovario poliquístico (SOP) o anovulación, es posible gracias a la comprensión de los indicadores de fertilidad del ciclo menstrual. Además, este enfoque natural y no invasivo promueve un mayor autoconocimiento corporal y empoderamiento femenino.
La profesional también indica que “es por ello que resulta esencial que el Método Sintotérmico sea integrado en la formación de profesionales de la salud y la docencia, con el fin de que estos puedan comprender e interpretar esta información vital y ofrecer a las mujeres opciones no-hormonales en lo que respecta a su salud reproductiva. Solo así podremos empoderar a las mujeres para que tomen el control de su salud y bienestar, reconociendo el ciclo menstrual como el signo vital que realmente es”.
En este contexto, programas como «Conecta con tu ciclo», impulsado por la matrona Amapola Valdivia, buscan promover una nueva perspectiva de vida, donde cada fase del ciclo menstrual ofrece una oportunidad para explorar, sentir y honrar el verdadero ser de cada mujer. Al dejar atrás los anticonceptivos como un primer paso, se abre la puerta a una transformación profunda y significativa, donde el autoconocimiento y la conexión con el ciclo menstrual juegan un papel central.
En un mundo donde la sobremedicalización anticonceptiva ha generado interrogantes sobre la verdadera autonomía femenina, contar con herramientas como el Método Sintotérmico, que nos permiten reconocer la importancia del ciclo menstrual, es fundamental para promover la salud femenina. Integrar esta herramienta en todos los ámbitos de la atención médica y la educación es esencial para avanzar hacia un futuro donde las mujeres puedan vivir en armonía con su cuerpo y su ciclo menstrual, empoderadas y conscientes de su salud y bienestar.