Por: Miguel Zauschkevich Domeyko
Presidente
Cámara Minera de Chile
La Cámara Minera de Chile manifiesta su profunda preocupación porque, en el lapso de sólo dos años, se han cerrado dos fundiciones de cobre: Ventanas, de CODELCO, que data de 1964 y Paipote, de ENAMI, que data de 1952. Con ello, se ha cortado la producción de un 20 % de la capacidad nominal de fundición de cobre en empresas del Estado. Además, durante varias décadas, en la Fundición Ventanas operó la Planta de Metales Nobles, en la cual se recuperaba oro, plata, selenio, teluro, platino y paladio, a partir de los barros anódicos.
De esta manera, se da término al trabajo de dos generaciones de ingenieros y técnicos chilenos, experiencia de trabajo en equipo que se perderá para siempre. Asimismo, junto con la pérdida de empleos directos, se quiebra una cadena de suministro de bienes y servicios que beneficiaba a miles de personas y empresas, en el ámbito de empresas de ingeniería, transporte de minerales y concentrados, transporte de personal, mantenimiento de equipos, servicios de alimentación y hospedaje, entre otros. Es decir, después de haber dado un salto tecnológico gigante en las décadas de 1950 y 1960, volveremos a ser exportadores de concentrado de cobre en el porcentaje señalado, disminuyendo nuestro valor agregado.
Estimamos que este es un grave error geopolítico, que hará a nuestro país cada vez más dependiente de empresas y de tecnología extranjera. El Estado de Chile, a través de muchos gobiernos, no ha tenido la visión de otorgar o de facilitar el financiamiento y las condiciones adecuadas para mantener esta importante industria. Ese vacío que estamos dejando será llenado por países que tienen una visión de Estado de largo plazo, que construyen fundiciones de avanzada tecnología y con los mejores estándares ambientales.