Mario Sanchez Medina
Investigador Facultad de Ingeniería
Universidad Andrés Bello
En nuestros días, ya desde la educación básica, se comienza a hablar y a hacer conciencia del impacto ambiental que los seres humanos hemos generado en nuestro desarrollo sobre este planeta. Es un lugar común en las conversaciones diarias y nadie ya osaría poner en duda los argumentos que sustentan esta afirmación. Ello es, indudablemente, muy positivo, porque comienza a ser irreversible la búsqueda de soluciones globales a un problema que ha hecho crisis los últimos años.
Veo con satisfacción como los estudiantes, a nivel terciario, vislumbran nuevas formas de enfrentar la cuestión ambiental, exponiendo soluciones innovadoras no antes consideradas en el ámbito científico-tecnológico. Ello nos llena de orgullo a quienes hemos tenido la oportunidad de conducir muchos de los cursos dirigidos al tema en cuestión y corrobora mi percepción sobre el comportamiento del ser humano cuando las condiciones de borde, como decimos los ingenieros, son una limitante fuerte: siempre se encontrará una alternativa de solución para continuar con un desarrollo sustentable.
El ámbito minero metalúrgico, del cual provengo, me dio la posibilidad de conocer en directo las alternativas que la industria ha dado hoy a los problemas ambientales, y el Reciclaje ha sido la solución primaria más evidente para considerar. Muchos de los residuos y desechos allí generados, contienen materiales aún valiosos para ser recuperados y reintroducidos a los flujos productivos, agregando de esta manera valor adicional a los productos primarios obtenidos. El Reciclaje constituye, así, la primera acción conducente a la hoy llamada Economía Circular.
Sin embargo, el Reciclaje constituye una mirada al pasado y al presente, tratando de corregir el impacto que tiene la generación de grandes volúmenes de residuos y desechos en cualquier proceso industrial. La Economía Circular prevé que el Reciclaje deberá formar parte del diseño inicial de cualquier proceso futuro, y probablemente la acción de diseñadores industriales juegue un rol muy importante y por ende necesitarán también de una formación profesional.
Las necesidades de la sociedad, que en algún momento obligaron a la producción de bienes que contribuyeron, ciertamente, a elevar nuestro estándar de vida, no consideró los efectos colaterales de esta acción, o sus efectos fueron considerados secundarios. Hoy vemos más claramente qué, desde la ingeniería, no basta con centrar sólo la atención en el producto final conseguido, como ocurrió con la Revolución Industrial, sino también debemos considerar sus efectos colaterales. Conseguido esto, podemos decir que estamos asegurando un desarrollo integral, no sólo en nuestro beneficio, sino en beneficio de todo el planeta. Sólo así podremos vivir en armonía con el Medio Ambiente asegurando también un Impacto Económico y Social.
Bienvenido Reciclaje como parte de la nueva Economía Circular.