Por Ulises Carabantes Ahumada – Ingeniero Civil Industrial – Escritor
Ex Secretario Regional Ministerial de Minería y Energía de Atacama
Secretario Ejecutivo Corredores Bioceánicos Paso de San Francisco y Paso de Pircas Negras
El pasado 11 de julio, con la pompa habitual, el Gobierno celebró o conmemoró lo que se llama, desde julio de 1971; el “día de la dignidad nacional”, a propósito de la nacionalización de la gran minería del cobre durante el Gobierno de Salvador Allende. El Presidente de la República don Gabriel Boric Font emitió un discurso poniendo en alto relieve histórico tal fecha. Sin embargo, si un legado dejará el actual Gobierno a Chile es el debilitamiento de la minería cuprífera nacional. En el caso de la pequeña minería, el actual Gobierno definitivamente dejará como legado la desaparición de esta actividad. Cerrar dos fundiciones es sinónimo de lo que afirmo. El cierre de la fundición Ventanas es sinónimo de debilitamiento o socavamiento de la industria cuprífera chilena y el cierre de la Fundición Hernán Videla Lira es dejar como legado el término de la pequeña minería, actividad que no es un invento ni un capricho, es una forma de ganarse la vida que han tenido muchos, generación tras generación, aprovechando las riquezas que entregan los cerros. Para la pequeña minería el cierre de la Fundición Hernán Videla Lira es sinónimo del “día de la indignidad nacional”. Bueno, para el cierre de la Fundición de Ventanas también habría que definir una fecha para asignarle tal calificativo, “día de la indignidad nacional”. Estamos ni más ni menos que frente a un evidente retroceso, frente a una clara involución en el objetivo de ser capaces de agregar valor a una de nuestras riquezas básicas como es el cobre y el actual Gobierno que pomposamente conmemora “el día de la dignidad nacional” evidentemente trabaja para truncar tal objetivo.
Lo curioso de esto es que el argumento para cerrar la fundición de Ventanas fue que era necesario mejorar la calidad del aire. Sin embargo, a un año de tal cierre no se ha medido un aumento sustancial en el mejoramiento de calidad del aire en la zona de la Región de Valparaíso donde está ubicada esta fundición. En el caso de la fundición Hernán Videla Lira de Paipote, el argumento dado por la señora ministro de minería Aurora Williams para cerrar esta faena, fue que ésta significaba el 70% de las pérdidas totales de la Empresa Nacional de Minería. Durante el año 2023; año del cierra de la fundición en Paipote, las pérdidas fueron de 200 millones de dólares y para el presente año, ya cerrada la fundición, el vicepresidente ejecutivo de la ENAMI proyecta pérdidas por 184,3 millones de dólares. Una reducción en las pérdidas de sólo un 7,85%. Cabe preguntar, ¿dónde quedó el 70% que significaba la fundición sobre las pérdidas totales de la ENAMI, según informó la ministro, señora Williams? Algo no cuadra.
Como no cuadra la anunciada intención de venta del 10% de participación que tiene la ENAMI en Quebrada Blanca. Una decisión que no tiene el suficiente sustento técnico ni económico para afirmar que es una solución para los problemas que tiene actualmente la Empresa Nacional de Minería, ENAMI. Tal como no tuvo el suficiente sustento técnico ni económico la decisión de cerrar las fundiciones de Ventanas y Paipote, como está quedando demostrado. Más bien, dicha decisión de vender la participación de la ENAMI en Quebrada Blanca es una muestra más de la decisión que tiene el actual Gobierno de terminar con la pequeña minería en el país, pues se orienta tal decisión a una nueva pérdida de activo para la empresa que es una política pública y que viabiliza la minería a pequeña escala, como es la ENAMI. Peor aún, la venta se pretende concretar con un cliente pre establecido (CODELCO) y fijando el precio de venta, arbitrariamente. No hay peor decisión económica que la fijación de precios. Es sinónimo de pérdida, de fracaso asegurado. Sólo hay que mirar la historia para comprobarlo. Si se va a vender la referida participación de la ENAMI en Quebrada Blanca, por lo menos que se deje operar al mercado y así maximizar el ingreso producto de la venta.
Es posible también constatar el objetivo del actual gobierno de NO asegurar la continuidad de la Empresa Nacional de Minería, al saber que el tranque de relave de Planta Matta tiene autorización de funcionamiento sólo hasta marzo de 2025 y la ENAMI no ha efectuado la tramitación ambiental para asegurar la continuidad operacional de este tranque y por lo tanto de la misma planta. De cerrar Planta Matta se estaría cerrando todo el complejo industrial ubicado en Paipote y que le ha dado actividad económica y sustento a la Región de Atacama y a otras del norte del país, complejo conformado por Planta Matta y la ya cerrada Fundición Hernán Videla Lira y definitivamente el Gobierno NO estará cumpliendo con la ley, en este caso el DFL N°153 promulgado el 29 de febrero de 1960 y publicado el 5 de abril del mismo año con el que se dio vida a la Empresa Nacional de Minería, ENAMI, el que en su Título I, Artículo 2° señala “La empresa (ENAMI) tendrá por objeto fomentar la explotación y beneficio de toda clase de minerales existentes en el país, producirlos, concentrarlos, fundirlos, refinarlos e industrializarlos…”, cuerpo legal que se mantiene vigente hasta la fecha.
Habrá que ponerle fecha al “día de la indignidad nacional”.