Jessica Sambuceti Hormazábal
Directora OTEC Cincapro
La comunicación es un elemento clave en el liderazgo, ya que es una habilidad esencial para lograr una gestión efectiva de un equipo de trabajo. Al carecer de una comunicación clara y efectiva, los líderes no pueden transmitir sus expectativas, objetivos y estrategias con sus equipos de trabajo, lo que conlleva una falta de alineación y por ende, una baja de desempeño.
Los estudios han demostrado que los líderes efectivos son aquellos que se comunican de manera clara y directa, lo que permite mantener la alineación y el compromiso de quienes forman parte de sus equipos.
¿La Ley Karin es una oportunidad o una amenaza?
Con la entrada en vigencia de la Ley Karin, marca un hito importante en los ambientes laborales. El nuevo marco legal representa un desafío para empresas e instituciones en términos de adaptación y cumplimiento de éste al interior de ellas.
Así también ofrece a los equipos la oportunidad de fortalecer las políticas de prevención de abuso y malas prácticas, a tiempo de promover una cultura organizacional basada en el respeto y la inclusión.
Por lo anterior, los líderes tienen un papel crucial en la creación de este ambiente. Al tomar medidas proactivas, para prevenir el acoso y responder de manera efectiva a las denuncias, demostrando su compromiso con el bienestar de sus colaboradores y establecer un estándar de comportamiento, que beneficie a toda la cultura organizacional.
Y es en este escenario, donde la comunicación toma un rol esencial en la labor de los equipos. En él, los líderes tienen el imperativo de comunicar de manera clara y visible la política de prevención de conductas peligrosas, así como la necesidad de educar y sensibilizar a todos sus colaboradores, sobre el acoso y sus implicaciones legales.
Para ello es clave la formación, es decir asumir el compromiso de desarrollar en todos los actores las habilidades socioemocionales, comunicación efectiva y herramientas de coaching. Bajo este concepto, es de vital importancia contar -al interior de las empresas- con programas de liderazgo, comunicación y gestión de emociones que permitan a los equipos sacar a relucir todas sus virtudes, para así alcanzar los objetivos que se han impuesto al interior de sus labores.
Este es uno de los puntos que más se destaca en la puesta en marcha de la Ley Karin; una oportunidad de fortalecer el liderazgo en los equipos para así apostar por un modelo de trabajo sin acoso, sin abusos y que resalta lo mejor de cada uno de los colaboradores.