Volcán nortino presenta en sus fumarolas una de las mayores concentraciones de arsénico y boro a nivel global

Científicos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes, liderados por el volcanólogo Manuel Inostroza, estudiaron la composición química de las emisiones volcánicas del Lastarria, ubicado en la Región de Antofagasta, y comprobaron que el macizo presenta altísimas concentraciones de estos elementos químicos.

“Algo pasa en el norte de Chile que los volcanes adquieren una especie de ‘marca registrada’ que los diferencia del resto del planeta”, asegura el volcanólogo e investigador del Instituto Milenio Ckelar Volcanes, Manuel Inostroza, quien lideró una investigación en el volcán Lastarria, ubicado en la Región de Antofagasta. Su trabajo fue recientemente publicado en la revista Chemical Geology, bajo el nombre de “Lastarria volcano, a major emitter of boron and chalcophiles in northern Chile and the Central Volcanic Zone”.

El doctor en Ciencias mención Geología, junto a los científicos –Felipe Aguilera, Séverine Moune, Ivan Vlastelic, Pierre Burckel, Joseline Tapia, Nahun Irarrázabal y Bárbara Fernández–, indagaron en la composición química de las fumarolas del volcán ubicado en pleno Desierto de Atacama, concluyendo que puede ser catalogado como uno de los grandes emisores de estos elementos químicos a nivel mundial.

Este trabajo cerciora que el volcán Lastarria emite altas concentraciones de As (arsénico), lo que suma a otro trabajo similar realizado en el volcán Lascar (el más activo del norte de Chile) y que fue publicado en 2014, donde igualmente se observan altas tasas de emisión de este elemento. “De acuerdo con estos antecedentes, se plantea que los volcanes del norte de Chile y la Zona Volcánica Central emiten cantidades realmente importantes de arsénico”, explica el volcanólogo Manuel Inostroza.

Concentraciones inusualmente altas

Los científicos aseguran que este volcán, además, es un importante emisor de boro y elementos conocidos como “calcófilos”, es decir, arsénico, cadmio, antimonio, telurio, cobre, zinc, talio, plomo y bismuto. Comparado con otros volcanes ubicados en zonas de subducción como el Etna y el Stromboli en Italia, Masaya de Nicaragua, el Lascar, en el norte de Chile, y La Soufrière de Guadeloupe, el Lastarria presenta concentraciones inusualmente altas.

La concentración anómala de As en rocas volcánicas del norte de Chile y en emisiones frías y termales tiene un impacto ambiental: “Se podría decir que los volcanes del norte de Chile son verdaderas refinerías, que impactan directamente en su entorno más cercano, esparciendo aquellos elementos trazas potencialmente contaminantes como el As en su alrededor, ya sea a través de la pluma volcánica o transportado disuelto en aguas que posteriormente alimentan ríos. Estos finalmente impactan a las comunidades circundantes”, asegura el volcanólogo Ckelar.

Algunos elementos trazas, sin embargo, cumplen un rol esencial en los ciclos biogeoquímicos del planeta. De acuerdo a Manuel Inostroza, el Zn (zinc) y Cu (cobre) son elementos trazas que aportan nutrientes necesarios para el desarrollo de la vida, en cambio, el As y Hg (mercurio), entre otros, son tóxicos incluso a muy bajas concentraciones.

Emisiones volcánicas

¿Pero qué determina que un volcán tenga altas concentraciones de elementos químicos como arsénico y boro? Según explica el geólogo de la UCN, lo primero que debemos saber es que el origen de As y B en emisiones volcánicas es ambiguo. Estos elementos pueden provenir desde procesos muy profundos (manto) o ser incorporados cerca de la superficie por “contaminación” desde las rocas circundantes.

Entonces que un volcán emita más o menos As y B depende de la fuente profunda o somera (contaminación cortical), asegura el experto. “En el caso del norte de Chile, agrega, parece que alguna de estas fuentes (o ambas), cualquiera que sea, se encuentra enriquecida en estos elementos comparados con otras fuentes que alimentan volcanes alrededor del planeta. Una de las teorías puede ser el mayor espesor cortical en el norte de Chile comparado con otros lugares”.

En efecto, el norte de Chile tiene 70 km de espesor cortical, el mayor comparado con los volcanes como el Etna, Stromboli o el Lascar: “Esto podría ser un factor que propicia la acumulación de As y B bajo los volcanes y que luego es transportado a la superficie. Además, el Lastarria tiene abundante cloro en sus gases, que es un gran transportador de elementos trazas”, puntualiza el doctor Inostroza.

Por otro lado, complementa el científico, se cree que los volcanes que tienen una cámara magmática más somera, y, por lo tanto, emisiones fumarólicas de mayor temperatura, podrían emitir mayores concentraciones de elementos trazas, dado que hay una relación positiva entre las tasas de emisión y la temperatura. Por eso sistemas muy activos, como Etna o Masaya, son grandes emisores de estos elementos.

“Pero el Lastarria tiene temperaturas intermedias y una cámara magmática más profunda, entonces, a primera instancia, no se espera que un volcán de estas características emita tantos calcófilos, pero hemos comprobado todo lo contrario. Este volcán presenta las mayores concentraciones de arsénico y boro jamás registradas”, advierte Manuel Inostroza.

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