Nathalie Orellana Apiolaza
Académica.Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, U.Central
El año 2001 la Unesco estableció el 10 de noviembre como el Día Mundial de la Ciencia y la Paz, con el objetivo de involucrar a diversos públicos en los debates sobre temas científicos y sus aportes en el desarrollo de un mundo más sostenible en beneficio de todo el planeta.
A lo anterior, se suma la semana de la Ciencia en octubre celebrada en nuestro país, existiendo diversas instancias donde la ciencia se hace presente para destacar el trabajo de escolares. Una de las instituciones que entrega esta oportunidad es Conicyt, a través de su programa Explora con la realización de actividades como el programa para párvulos, iniciativas de investigación e innovación escolar y congresos regionales, permitiendo de esta manera acercar y al mismo tiempo guiar procesos asociados al método científico aumentando la curiosidad para desarrollar investigación.
Fundación Club Ciencias Chile también entrega instancias regionales y nacionales que abren espacio para la exhibición de proyectos escolares. El evento más grande organizado por esta entidad es ExpoCiencias Nacional Chile, realizada en conjunto con la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Central, que recibe trabajos escolares de todas las regiones de nuestro país, además de contar con invitados internacionales, lo que favorece la conexión con otras regiones de Latinoamérica y contribuye al conocimiento y reconocimiento de las realidades científicas, sociales y culturales.
Las ferias científicas escolares generan espacios que permiten aportar a la mejora de uno de los grandes problemas en la divulgación de la ciencia, esto es, la dificultad que ha existido para establecer un acercamiento entre la ciencia y la sociedad, y por sobre todo acercarla en un lenguaje que sea amigable para todo el público no científico.
Además, al involucrar a padres, docentes y miembros de la comunidad, las ferias fomentan un ambiente de aprendizaje colaborativo donde todos pueden compartir sus curiosidades y reflexiones. Esta interacción no sólo enriquece el entendimiento de la ciencia, sino que también ayuda a construir una cultura de apreciación y respeto hacia el conocimiento científico.
Por otro lado, las ferias científicas sirven como plataformas para destacar la relevancia de la ciencia en la vida cotidiana, mostrando cómo los descubrimientos científicos impactan en temas como la salud, el medio ambiente y la tecnología. Al presentar proyectos relacionados con estos temas, los estudiantes pueden conectar su trabajo con los desafíos reales que enfrenta la sociedad, lo que a su vez puede inspirar a otros a involucrarse más en la ciencia y la educación.
De esta manera, las ferias de ciencias resultan ser una alternativa para la educación de las ciencias, situadas dentro del marco de las actividades extraescolares, para el fortalecimiento de la educación formal y en apoyo de la educación científica informal a través del desarrollo del lenguaje, la comunicación, el desarrollo de habilidades matemáticas, interpretación de datos, mejoras en el razonamiento, desarrollo del método científico, mecanismos de síntesis de información, y por supuesto, fomentando el trabajo colaborativo entre pares y fortaleciendo el desarrollo de la autoconfianza al momento de enfrentarse a evaluadores o público.