Sobre vacunación y programas de inmunización

Señor director:

La evidencia científica mundial respalda la efectividad de las vacunas. Así lo han reafirmado organismos internacionales como la OMS, OPS, entre otros: las vacunas son herramientas robustas, seguras y efectivas, cuyo papel en la historia de la salud pública ha sido decisivo, salvando -se estima a 154 millones de vidas en todo el mundo desde la existencia de los Programas de Inmunización. Por eso ver a países y autoridades de gobierno cuestionándolas es una situación de riesgo.

La evidencia científica respalda ampliamente la seguridad y eficacia de las vacunas. Estudios publicados en revistas reconocidas, como The Lancet y The New England Journal of Medicine, demuestran que las vacunas reducen significativamente la incidencia de enfermedades infecciosas y la mortalidad asociada. Por ejemplo, la vacunación contra el sarampión ha evitado más de 60 millones de muertes entre 2000 y 2023.

Lamentablemente, la caída de las coberturas de vacunación favorece la reaparición de brotes epidémicos. Según el CDC el reciente incremento de Sarampión en Estados Unidos, suma 37 brotes, mientras que en 2024 fueron 16 brotes, lo que evidencia que el avance en la eliminación puede revertirse rápidamente.

En el cono sur, países como Brasil y Venezuela han visto rebrotes que impactan especialmente a los niños no vacunados, con consecuencias trágicas tales como la muerte.

Por ello, los programas nacionales de inmunización representan una de las políticas preventivas más efectivas y costo-efectivas en salud pública a nivel global. La interrupción o debilitamiento de estos programas, motivada por prejuicios o desinformación, puede tener consecuencias desastrosas.

La pandemia de COVID-19 nos mostró claramente cómo la rápida diseminación de un virus desde China, impactó a todo el planeta. La reemergencia del sarampión, el aumento de enfermedades prevenibles por vacunas, y la posibilidad de que otros virus emergentes puedan causar daños irreversibles, nos obligan a adoptar una postura responsable respecto a la vacunación.

En definitiva, la ciencia y la historia nos enseñan que la vacunación es un pilar fundamental de la salud pública, y que su mantenimiento y fortalecimiento deben ser prioridad.

Jorge Acosta, director Ejecutivo

María Teresa Valenzuela, directora Observatorio de Salud

IPSUSS de la facultad de Medicina de USS

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