Por: Wilson Wastavino Rivera
Definitivamente, el desarrollo arquitectónico y de edificación se alejó del centro de la ciudad, en buena hora porque la desconcentración era necesaria, el tráfico vehicular y las angostas calles de la capital regional no hacían expedita la normal circulación de las personas, primero fue hace ya muchos años, la municipalidad, luego los ministerios de obras públicas y justicia con sus direcciones regionales más el registro civil los que hoy ya no son parte del entorno de nuestra plaza de armas, sin embrago, podemos observar que donde se decide la inversión y donde se toman las medidas gubernamentales para el desarrollo de la región, son edificios deteriorados con el paso del tiempo, con entorno de un tipo de feria que alberga instalaciones metálicas de mala calidad, que se encuentran cerradas ocupando un espacio que estaba destinado para ser un lugar de esparcimiento y descanso que dan un pésimo aspecto al sector, ademas del edificio deteriorado y mal cuidado donde esta el actual correo.
Este espacio que alberga a los funcionarios públicos, donde destacan, el Gobierno Regional y la Delegación Presidencial, no presenta estándares que diga relación con lo “nuevo” de estas reparticiones, me refiero al cuadrante de calles Colipí, Rodríguez, Chacabuco y Los Carrera, donde además de estas instalaciones están la tesorería regional, la seremi de minería, de agricultura, parte del Servicio de Salud, el Museo Mineralógico, correos de chile, Sernatur y los edificios de departamentos destinados a funcionarios públicos y la biblioteca regional, creo que ya han cumplido su vida útil, estos no cuentan con ascensores, que respondan a infraestructura que esté acorde con los requerimientos legales de inclusión que hoy norma al país. Podemos deducir que nuestros funcionarios y funcionarias se ven afectados por trabajar en espacios que no son los que se requieren para una buena atención y relación laboral.
Este cuadrante en el pasado fue donde funcionaba el emblemático Liceo de Hombres de Copiapó, cuna de grandes personajes de la historia y lugar que formó a la juventud copiapina de aquellos años y que hoy trae nostalgia a nuestra población más longeva de la capital regional.
Si unimos este diagnóstico de infraestructura pública al centro comercial Plaza Real, que desde que se fue Falabella al mall, perdió todo el interés de los copiapinos por asistir a este espacio, transformándose en un lugar de escaso atractivo y en mi opinión un espacio muy mal utilizado. Todo esto si lo ampliamos hacia el resto del centro de la ciudad, donde también han perdido su vida útil los demás edificios destinados a funcionarios públicos (edificios tras el banco de Chile por O’Higgins, esquina de Chañarcillo con Maipú, calle Gana) todos estos espacios estatales están en deterioro y ya no cumplen los estándares requeridos, además de las otras construcciones que albergan al comercio copiapino, donde este se ve utilizado para estacionamientos, mall chinos y casinos de juegos, creo que nos pone en un lugar de bajo estándar en infraestructura que nuestra Capital Regional no se merece, ya que las demás capitales regionales no se encuentran en este estado, al parecer no estamos en sintonía en cuanto a lo que la región genera en recursos v/s lo que se invierte.
La esperanza está en la nueva estrategia de desarrollo Regional ERDA que en la dimensión infraestructura pueda generar el espacio de determinación para hacernos la auto inversión para modernizar la capital regional, unidos a la inversión privada, que haga de la capital de Atacama un lugar atractivo para sentirnos orgullosos al contar con una ciudad bonita y ambientalmente sostenible y si bien existen nuevos espacios que han mejorado la calidad de vida como el nuevo Terrapuerto, el Mall Plaza Copiapò y el emblemático parque Kaukari que son nuevas y bellas obras, no nos descuidemos del centro de Copiapò sobretodo alrededor de nuestra plaza de Armas, donde se ha escrito tanto de nuestra historia y sus grandes hazañas.