En los últimos días, se ha discutido sobre una posible manipulación del índice porcentual del IPC (Índice de Precios al Consumidor) basándose en las irregularidades de los datos de agosto y septiembre del año 2018.
Sobre el punto, ¿Qué es el IPC? ¿Cuál es su importancia y por qué afecta directamente a los consumidores? pues bien, para contextualizar la problemática, lo primero que debemos entender es la función que cumple el IPC en nuestra economía.
El IPC es un índice de medición desarrollado por el INE (Instituto Nacional de Estadística) que tiene por objetivo determinar la evolución de la inflación a nivel nacional. Para lograr dicha medición, se realiza un análisis de los costos de bienes y servicios consumidos de manera regular por una familia.
En ese sentido, el IPC resulta ser un índice de medición que afecta elementos cotidianos de la vida de los chilenos, en especial de aquellos que han adquirido obligaciones basadas en Unidades de Fomento (como por ejemplo créditos hipotecarios), contratos de arriendo celebrados con un reajuste basado en el IPC, sueldos que se reajustan anualmente conforme al IPC, planes de salud contratados con Isapres entre otros.
Como podemos apreciar, el IPC juega un rol fundamental dentro de la economía nacional, toda vez que si existe un error o manipulación de dicho índice se genera un efecto dominó, en donde todos los demás índices que se basan en dicha medición sufren alteraciones que pueden resultar perjudiciales para la economía nacional, pero por sobre todo para los consumidores.
Si se llega a probar la existencia de una manipulación del respectivo índice, con el objeto de acercar o cumplir con una estimación del desarrollo del mercado, estaríamos en presencia de una negligencia grave por parte del INE que requeriría una reforma estructural, pero por sobre todo, una independencia absoluta de dicha entidad, que en definitiva trabaja con elementos esenciales de la vida cotidiana de todos los chilenos. Entre el IPC y los consumidores, debe existir una relación de confianza, y como ya es sabido, la confianza es una creencia que cuesta mucho obtenerla, pero que se puede perder de manera irremediable con actitudes negligentes e irresponsables.
Cesar Vargas Rojas
Académico
Ucentral Región de Coquimbo
