Este lunes Microsoft anunció la inversión de mil millones de dólares en proyectos de inteligencia artificial (IA) desarrollados por OpenIA, organización cofundada por Elon Musk que tiene como objetivo “beneficiar a la humanidad en su conjunto” con sus desarrollos de IA, lo que nos lleva a la pregunta ¿qué beneficios puede tener “toda” la humanidad de la IA?
Desde la informática, se pueden desarrollar algoritmos conocidos como Sistemas Expertos, que son capaces de “pensar” como un profesional de algún área específica. Un ejemplo de ello es RadIO, un sistema de análisis de radiografías que es capaz de detectar células cancerígenas en su formación, dando tiempo para terapia. Mycin es uno de los primeros considerados “doctor virtual” que consulta sobre síntomas y determina las posibles causas (enfermedades), hoy en día ya son muchas las alternativas y con grandes rendimientos. ENS-IA es un sistema experto que tiene por finalidad asesorar a profesores en sus decisiones para que sus metodologías sean más eficaces en sus prácticas educativas.
Ellos, son solo la aplicación práctica de un proceso de aprendizaje digital. Enseñar un par de reglas (de análisis de fotografía, medicina o pedagogía), para posteriormente entrenar con datos históricos de casos reales, algo así como lo que hacemos los humanos al estudiar por 5 o 6 años en la universidad, solo que a la máquina le toma un par de días, y la información que “consume” puede llegar a lo que estudian 500 médicos, pedagogos, abogados, políticos, sociólogos, ingenieros, incluso artistas. El límite está en la base de datos que tengamos disponible para entrenar el sistema.
En resumen, es posible crear un sistema que aconseje lo que nos dirían mil profesionales (del área que sea), dando respuestas en segundos. Además, los ejemplos anteriores son de libre acceso a cualquiera, puede instalarlos en sus computadoras, solo les faltaría la base de datos y tendrán su sistema experto en casa.
Claudio Piña Novoa
Académico
Ucentral Región de Coquimbo
