Es muy difícil para mí resumir en unas líneas mis 56 años de vida, pero comenzaré con la etapa en que todo se fue derrumbando en torno a mí. A los 29 puse un negocio en la población José María Caro porque debía mantener dos casas: la mía, con mis dos hijos, y la de mi madre viuda y una hermana de 15 años. En esa época, la paste base de cocaína llegó a la población y quizás para validarme en ese sector, comencé a consumirla. Perdí todo hasta quedar en la calle, no fue fácil recuperarme. He tenido altos y bajos, pero puedo decir que desde que ingresé al programa Vivienda Primero, que administra el Hogar de Cristo, y vivo en un departamento, siento que después de tantos años de no tener nada, por fin he logrado recuperar mi familia y mis proyectos. Estoy trabajando como conserje en horario nocturno pero no quiero quedarme ahí, sino emprender un negocio que me permita tener un mejor nivel de vida. Gracias a los que hacen posible que las personas en situación de calle puedan acceder a un hogar.
Saulo Urbina