Con la finalidad de resguardar y poner en valor el patrimonio histórico de la última estación de trenes del ramal de San Antonio, la Seremi de Bienes Nacionales, Carla Guaita Carrizo, efectuó la entrega en concesión del inmueble ubicado en el sector de Punta del Cobre, Tierra Amarilla, el cual, desde el año 1850 aproximadamente, albergó a la Estación de Ferrocarriles de la comuna.
La receptora del documento fue la fundación “Pro Cultura”, institución sin fines de lucro, cuya representante y directora regional, Agnes Dranssend, destacó el alto valor patrimonial del recinto, el cual pretende ser habilitado para el desarrollo de actividades culturales, comunitarias y administrativas.
“La estación de trenes de Punta del Cobre, es la única del Ramal de San Antonio que se mantiene en pie, desde Copiapó hacia el alto del valle. Es la única que se salvó. Entonces nosotros como fundación enfocada en temas patrimoniales, pensamos en salvar esta estación, en resguardarla y cuidarla. Primero pensamos que podría quedar a nombre del municipio, y apoyarla de esa forma; pero el municipio no se pudo hacer cargo. Entonces nosotros postulamos directamente como fundación, para poder hacernos cargo, y también para usar la estación como oficina regional en Tierra Amarilla, porque nosotros creemos en la descentralización”, argumentó Dranssend.
La encargada de Pro Cultura Atacama, aseguró que “queremos habilitar el salón para el uso de la Junta de Vecinos, y también de otros actores de la zona, como pueden ser colegios y agrupaciones culturales. Las otras habitaciones las queremos habilitar como oficinas, y para una biblioteca patrimonial presencial, donde poder recibir a la comunidad, a los niños, los jóvenes, que tengan necesidad de estudiar sobre temas de patrimonio. (Así que) estamos súper agradecidos de Bienes Nacionales, por confiar y entregarnos este inmueble”.
Por su parte, Sandra Dorador, presidenta de la Junta de Vecinos de Estación de Ferrocarriles de Punta del Cobre en Tierra Amarilla, agregó que “nosotros recibimos esta estación cuando fue restaurada por el alcalde Don Carlos Barahona, y después nos la dieron en comodato por dos años, pero seguimos acá, porque nosotros no teníamos un espacio para hacer las reuniones con nuestra gente que es del sector. También fuimos mejorando el lugar, por medio de algunas empresas. Nos pillaron dos aluviones, donde la empresa nuevamente nos ayudó, y luego fuimos postulando a proyectos participativos, para conseguir algunos artículos como sillas, mesas, entre otros. Y ahora con Pro Cultura, que nos dio este espacio, le vamos a sacar provecho lo más posible, para ayudar a nuestra comunidad, y a la gente del sector”.
Finalmente, la Seremi de Bienes Nacionales, Carla Guaita, recordó que “hace bastante rato que la Fundación Pro Cultura se había acercado hasta la Seremía de Bienes Nacionales con el propósito de obtener la concesión de uso gratuito de esta ex estación, con la finalidad de generar inversión, y un trabajo bien eficiente, en torno a manejar un inmueble que no solamente es fiscal, sino que además posee un alto valor patrimonial, en la historia de la comuna de Tierra Amarilla. Por lo tanto tuvimos toda la buena voluntad de generar ese proceso, entendiendo que esta fundación tiene otros proyectos que están aledaños al sector, y que van a generar un desarrollo en la zona, facilitando que los vecinos tengan un lugar donde recrearse, donde reunirse. Nos interesa que las concesiones se utilicen en beneficio de la comunidad, para el desarrollo de sus actividades, y qué mejor que sacar todo el potencial de un inmueble, entendiendo que en Tierra Amarilla tenemos muy pocos inmuebles fiscales. Así que me quedo muy contenta, y sé que vamos a seguir trabajando juntos”, concluyó Guaita.
Cabe destacar que la estación de trenes de Tierra Amarilla se construyó alrededor del año 1850 a 1852, período que coincide con la construcción del propio Ramal de San Antonio. Desde esta fecha, todas las estaciones fueron apareciendo sucesivamente, en la medida en que fue creciendo la vía del tren hasta llegar al sector de Los Loros. El recinto era utilizado tanto para la carga de productos y de materias primas, así como para el transporte de pasajeros.