Quienes alguna vez han recorrido el barrio Mapocho de Santiago, especialmente las plazoletas ubicadas frente al Mercado Municipal, han visto a la distancia un monumento que sobresale por su altura y hermosura, convertido en uno de los principales símbolos de este sector. Me refiero al faro que conmemora la epopeya en la rada de Iquique el 21 de mayo de 1879, inaugurado con un gran desfile cívico militar el 3 de junio de 1962, mientras el país estaba centrado en el Mundial de Fútbol disputado en nuestro país.
Pero, ¿sabía usted que esta obra tiene una gran relación con Atacama. ¿En qué?, me dirá usted. En que fue esculpida por el gran artista vallenarino José Carocca Laflor, autor de monumentos y bustos de Arturo Prat y Bernardo O´Higgins levantados en plazas y avenidas de Arica a Punta Arena y en casi toda América del Sur.
Este conjunto escultórico constituye el primer gran monumento erigido en Santiago en homenaje a los héroes del 21 de mayo de 1879, a cuyos pies se realizan año a año los actos oficiales en conmemoración del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa.
Para concretar la base y la torre de este trabajo, Carocca Laflor siguió el diseño del arquitecto Gustavo García Postigo, fallecido poco antes de que fuera concluida. Por eso, los nombres de ambos aparecen en la placa central del conjunto y en las bases de piedra situadas en la cara poniente del conjunto artístico. La cantería, pedestal y estructura de piedra del faro, en cambio, quedó en manos del destacado escultor Moisés Busquets Montalva.
El origen de esta gran obra escultórica se remonta a un llamado a concurso nacional, ganado en 1948 por Carocca Laflor. Por insólito que suene, el artista debió esculpir dos veces prácticamente la totalidad de las figuras principales, porque cuando estaban listas para servir de moldes al bronce fundido, ocurrió una ola de saqueos, enfrentamientos y destrucción, durante los días 2 y 3 de abril de 1957, en las que su taller fue asaltado con violencia, perdiéndose innumerables otras piezas de inmenso valor.
En este monumento, la estampa de pie de Prat está acompañada del sargento Juan de Dios Aldea, además de un marino que ha sido interpretada alguna vez como nuestro héroe atacameño Luis Uribe Orrego, ya que fue el último oficial a cargo de la Esmeralda, el que se hizo cargo de respetar la instrucción de su capitán: No arriar jamás la bandera chilena.
Este monumento lleva, además, en su parte superior unos sobrerrelieves originales de Carocca Laflor que representan los conceptos de la Guerra, la Gloria, la Victoria y La Paz. El cobre necesario para la obra fue donado por dos empresas norteamericanas: la Sewell (hoy El Teniente) de Rancagua y El Salvador de Atacama.
Sergio Zarricueta Astorga
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Y RR.PP.