Cuarenta ciudadanos y ciudadanas bolivianas, entre ellos dos niños, emprendieron rumbo a su país natal, este miércoles 19 de agosto, desde el frontis de la Catedral de Copiapó, en el tercer y último viaje organizado por la Pastoral del Migrante de la diócesis.
Este grupo enfrentó diversas dificultades debido a problemas internos de Bolivia, además de la cuarentena aplicada a Copiapó, lo que retrasó su viaje. Sin embargo, se pudo concretar luego de cumplir los requisitos, uno de los cuales era que cada uno se realizara el examen pcr, además de cubrir los costos del viaje.
El Administrador diocesano, P. Jaime Pizarro, se reunió con ellos en el patio del Obispado, momentos antes de la partida, para desearles buen viaje y pedir para ellos la bendición del Señor. También dijo comprender la preocupación que ellos sienten por sus familias en Bolivia. “Desde lejos todo se ve peor, y es natural que quieran volver para estar cerca de sus seres queridos en este tiempo tan complicado”, dijo, además de invitarlos a volver. Luego, rezaron juntos y recibieron la bendición. El P. Jaime pidió a la Virgen “que acompañe su viaje y los conforte en este camino”.
Después de la última revisión de la Policía de Investigaciones, las personas subieron al bus, que partió cerca de las 16 horas con destino a Antofagasta, donde se reunirían con otros buses, para viajar juntos hasta Pisiga, Bolivia, y cumplir ahí la cuarentena exigida por su país. Antes de volver a sus ciudades de origen.
