Claudio Piña Novoa, Ingeniero Civil en Computación e Informática, académico UCEN
En la actual situación, en la cual la mayoría nos encontramos estudiando y/o trabajando desde nuestros computadores, es normal que un aliado que nos entregue información constantemente sean plataformas como Google, Bing, Yahoo, Ask, etc. Las mágicas páginas en las que escribimos nuestra consulta, y entrega la respuesta. Nada mal.
El problema surge cuando los buscadores nos conocen. Más bien cuando nos conocen mucho. En los casos de Google, empresa que maneja nuestros correos del trabajo o los estudios, archivos, fotos de las vacaciones, además de nuestra localización constante (aunque desactivemos el Gps), saben qué hacemos, dónde lo hacemos, qué nos gusta, y un tanto de otras cosas. Pasa lo mismo con empresas como Microsoft, Facebook, etc.
¿Y eso, además de quitarnos privacidad, en qué nos afecta? Simple. Al buscar un concepto o información en Google (será el ejemplo, pero aplica en las otras opciones mencionadas), de los 100.000 resultados, alguna vez se han preguntado ¿por qué nos muestra en los primeros resultados generalmente las mismas páginas? El orden se hace a través de inteligencia artificial, que a partir de nuestros datos personales, “asume” que nos interesan más las primeras opciones, versus las segundas o terceras. O sea, Google decide qué es lo tengo que leer primero, sesgándonos muchas veces a por tendencias políticas (sí, tienen esa información), creencias religiosas, niveles educativos, gustos personales, etc. En resumidas cuentas, Google decide qué mostrarnos y qué no.
A ese fenómeno se le conoce como filtro burbuja, con gran discusión en el mundo informático, si es que es nocivo o útil. Lo cierto es que nos limita.
Por tanto, se sugiere intentar en otros lugares. Ya hay bastantes buscadores que tratan de evitar el filtro burbuja; usar Wikipedia (que al menos tiene fuentes que uno puede consultar), acudir a comunidades: Hay muchos foros donde profesionales comparten experiencias y responden dudas de otros miembros, que son mucho más fructíferas que las búsquedas al azar en Google. Y si no pueden dejar esta plataforma de lado, al menos lleguen a la tercera página de recomendaciones, eso aumentará, al menos, el tamaño de la burbuja.
