- La décima versión del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), estudio elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica y la CChC, se presentó con el objetivo aportar al diseño de políticas públicas y a focalizar los recursos destinados a mejorar las condiciones de vida de las personas en distintas comunas del país.
- En esta versión, en que están presentes Copiapó y Vallenar (sólo se incluyen asentamientos urbanos con más de 50 mil personas), se midieron cinco variables vinculadas al bienestar de la comunidad.
Copiapó, diciembre de 2020. Una nueva versión del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), estudio elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica de Chile (UC) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), fue presentado cumpliendo una década (en 2011 fue su primera aparición) buscando ser un aporte en la discusión territorial para mejorar el diseño de políticas públicas y así poder focalizar los recursos en post de mejorar el bienestar de personas que viven en las 99 comunas del país que tienen más de 50 mil personas.
En el caso de la región de Atacama, dos ciudades se incluyen dentro de esta medición: Copiapó y Vallenar, ambas ubicadas en el nivel bajo del ICVU 2020.
Guillermo Ramírez, presidente de la CChC Copiapó, explicó que “en esta versión del Índice de Calidad de Vida Urbana se agregó dentro de la variable Salud y Medio Ambiente, el número de desastres recurrentes por comuna cada 10 mil habitantes, lo que en el caso de nuestra ciudad, muy afectada por los eventos de 2015 y 2017, impactó significativamente en su posición comparativa con otras comunas del país”.
Del mismo modo, el dirigente gremial hizo un llamado a “potenciar la importante labor que debemos realizar con obras de mitigación de gran envergadura para adaptar la región al cambio climático y, al mismo tiempo, asegurar el bienestar de todos sus habitantes; la infraestructura resiliente debe ser clave en todos los planes que se propongan para la comuna, los desastres suceden más temprano que tarde y aquí creemos que también hay una oportunidad relacionada con la descentralización para que los gobiernos regionales y comunales, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y la comunidad, puedan realmente tener incidencia en esta área”.
En otra de las variables que se debe considerar a nivel regional, como es “Vivienda y Entorno”, Ramírez hizo énfasis en que se debe generar una labor para -desde un punto de vista territorial- poder adaptarse a las nuevas circunstancias que se viven tanto en Chile como en el mundo, por lo que “en este escenario hemos propuesto convertir a nuestras comunas en pilotos nacionales de ciudades de 15 minutos, es decir en poder focalizar recursos en sectores urbanos más desprovistos de infraestructura social, para asegurar que cualquier persona no esté a más de un cuarto de hora caminando o en bicicleta de equipamiento y servicios básicos y así tener urbes más integradas”.
Cabe destacar, que en el caso de la capital de Atacama la variable más destacada fue “Conectividad y Movilidad” y “Condiciones Laborales” y en la urbe del Valle del Huasco -también afectada por Ambiente de Negocios- se destacó la variable “Salud y Medio Ambiente”.
ICVU a nivel nacional
Respecto de la evolución en los últimos 10 años, el ICVU muestra que, del total de 99 comunas evaluadas, 30 registran importantes avances en su calidad de vida urbana, la mayoría de las cuales corresponde a “Ciudades Intermedias”, las cuales se caracterizan por tener menos de 250.000 habitantes y en las que se concentra el 18% de la población total evaluada por el ICVU.
En las “Áreas Metropolitanas Emergentes” –que corresponden a ciudades que en corto plazo serán reconocidas como áreas metropolitanas y que suman 16 comunas, en las que vive el 19% de la población– se observa que 11 de ellas mantuvieron su calidad de vida urbana y 5 de mejoraron, siendo destacables los casos de Puerto Varas, Talca, Rancagua, Chillán y Chillán Viejo.
Un comportamiento similar ocurre en las “Áreas Metropolitanas Consolidadas”, que reúne a las 15 comunas que conforman el Gran Valparaíso y el Gran Concepción y en donde vive el 14% de la población evaluada por el ICVU. De estas, cinco mejoraron su calidad de vida urbana, mientras que tres retrocedieron.
Arturo Orellana, director del proyecto ICVU, señaló que la comparación 2011-2020 muestra que, si bien hay avances en términos de desarrollo urbano, existen brechas importantes sobre las que es necesario trabajar a fin de disminuir las desigualdades. “Vivienda y Entorno –que evalúa las condiciones habitacionales y del espacio público– y Ambiente de Negocios –que mide la capacidad de atraer inversión de las comunas– son las dimensiones del ICVU que, en conjunto, explican más del 50% de las brechas que actualmente tienen las comunas en términos de calidad de vida urbana”.