Por Jorge Oporto Marín Periodista.
Los humedales de Atacama están en peligro, ya sea por contaminación, sobreexplotación o uso excesivo del agua aunque la mayoría de las personas no lo perciban o no tengan conocimiento de lo que ocurre en ellos, especialmente en los humedales altoandinos.
Son conocidos también como áreas húmedas del planeta y comprenden principalmente estuarios (desembocadura fluvial caracterizada por la considerable penetración de las aguas marinas), lagos, ríos, pantanos, vegas, lagunas permanentes o transitorias, turberas y todo ambiente que involucre la existencia de agua y de fauna y flora asociada y que interactúan entre ellas y el entorno.La Convención Ramsar (Irán. 02/02/1971)), señala que son las “extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, de régimen natural o artificial, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros”.
La Convención Ramsar es un encuentro internacional donde se acordó la protección de los humedales de importancia internacional y que Chile firmó y ratificó en 1981.Tienen diferentes formas, diferenciándose esencialmente los humedales altoandinos de los costeros, pero siempre están asociados a ellos vegetales, animales y microorganismos que interactúan con el entorno y forman parte de un paisaje mayor como cuencas hidrográficas de captación y fluviales.
Poseen una gran diversidad de especies (flora y fauna) y se cuentan entre los ecosistemas más productivos del planeta.
El ser humano aprovecha sus recursos en forma variada, desde peces, mamíferos y aves, hasta actividades recreativas como canotaje, vela y natación. Como asimismo en el turismo promocionando sus paisajes y fauna que en el norte se caracteriza por aves y mamíferos, sin embargo, en Atacama son vulnerados por la contaminación y, por lo tanto, esta actividad debe ser sustentable, ecológica, responsable, controlada y no invasiva.
También los afecta la actividad minera al usar en forma excesiva el recurso agua aunque últimamente algunas empresas apuestan a desalar el agua de mar para ocuparla en sus faenas de explotación.
Según el biólogo Héctor Oyarzo Rodríguez (1947-2017), en una crónica escrita para el Informativo GAEDA (Grupo de Acción Ecológica de Atacama), junio 1995, destaca que los humedales cumplen “su rol de valiosos auxiliares durante las sequías convirtiéndose en reservas de agua y en la época de precipitaciones se transforman en amortiguadores o embalses de los caudales grandemente crecidos”.
DESCONOCIMIENTO.
Pero también existe otra amenaza: la del desconocimiento humano en el sentido que muchas personas no saben el rol y la importancia que cumplen los humedales en el planeta y, que además de lo señalado, son áreas o zonas de gran biodiversidad.
Los científicos han señalado que sin biodiversidad no hay vida, el planeta estaría condenado a “morir”.
Incluso el concepto humedal está siendo difundido con mayor profusión desde la década del dos mil, como asimismo su importancia, pero aún no es suficiente si queremos cuidarlos, protegerlos y conservarlos.
El Día Internacional de los Humedales se conmemora hoy como una forma de recordar la creación y firma de la Convención Ramsar orientada a conservar, preservar e implementar un uso racional de los humedales.
Es también, sin duda, una forma de hacer conciencia de la importancia de estos ecosistemas y tiende a que las personas los aprecien y protejan.
En Chile, se inició el Programa de Conservación de los Humedales Urbanos nombrando, por primera vez en la historia, 33 sitios que llevaran desde hoy esta categoría y que abarcan 3.253 hectáreas en todo el territorio nacional. En Atacama fue seleccionado el Paseo Ribereño de Vallenar.
Los sitios fueron elegidos por el nivel de amenaza a su ecosistema y porque son hábitat de especies de flora y fauna en riesgo, endémicas o migratorias. También porque son áreas de relevancia cultural, social y turística.
Cuando usted, amigo lector, vaya a un humedal junto con maravillarse de tan majestuoso paisaje y tomar fotografías, por favor difunda que estos ecosistemas merecen nuestro respeto y un comportamiento amigable con el entorno. (Las fotografías corresponden al Humedal de Totoral y a Laguna Santa Rosa).Bibliografía: “Los Beneficios de la Restauración de Humedales”. RAMSAR. Ministerio de Medio Ambiente. Edición 2004. “Informativo GAEDA”. N°7. Junio 1995. “El Mercurio”. Santiago. 02 de febrero 2021.
