Sergio Hernández, director ejecutivo APRIMIN
El aumento sostenido del cobre de los últimos meses, es coherente con los fundamentos del mercado: la oferta no alcanzará a cubrir la demanda, lo que, no obstante las naturales volatilidades que son parte de este mercado, estimamos de larga duración. Tanto la electromovilidad en la fabricación masiva de vehículos eléctricos que usan casi 4 veces más cobre que los tradicionales, como las estaciones de abastecimiento eléctrico que se están construyendo, como la construcción de centrales de energías limpias y su transmisión, más los nuevos usos sanitarios del cobre, nos auguran un largo periodo de buenos precios.
Esta es una buena noticia para las arcas fiscales, excelente aporte a los recursos necesarios para la Agenda Social. Defender la minería y su alto grado de desarrollo que ha alcanzado en el país, acompañado por el fundamental rol de sus empresas proveedoras, es un gran desafío para los chilenos.
Esperamos que estos beneficios sean compartidos por las compañías mineras con las empresas proveedoras, que es donde radica esencialmente la innovación, única forma de sostener el desarrollo futuro, tanto en la innovación aplicada, como en el desarrollo de la investigación. Chile necesita más recursos para estos propósitos, más que el 0.36% de su PIB destinado a I+D+I (promedio OCDE 2,34%), si queremos que este sector, el más importante para la economía chilena y para lograr un país más equitativo, siga aportando por muchas décadas a nuestro bienestar.