Israel González Marino, académico UCEN Región Coquimbo
El debate sobre las cuestiones que debería contener la próxima Constitución de Chile ha dado paso a que múltiples grupos se organicen en torno a demandas de la más diversa índole. Una de las propuestas novedosas, que ha tomado fuerza últimamente, tiene que ver con la inclusión y protección de los demás animales, sí, digo “demás animales”, pues no debemos olvidar que nosotros también lo somos.
A nivel internacional, múltiples constituciones -como la de Alemania, India y Brasil- ya han consagrado la protección de los demás animales. Las razones de este fenómeno son múltiples, pero en general, tienen que ver con una valoración social más empática hacia otras formas de vida. Esto ha sido posible gracias a la consistente evidencia científica que da cuenta de la capacidad que tienen muchísimos de los demás animales para tener experiencias subjetivas como placer o dolor, esto es, su sintiencia. En palabras simples, ellos sufren al igual que nosotros, y seguir tratándolos como simples objetos se está volviendo cada vez más insostenible.
A la fecha la campaña #NoSonMuebles, de la Fundación Vegetarianos Hoy y la Fundación APLA, cuenta con más de 200.000 firmas en change.org y el compromiso de más de 150 candidatos y candidatas a la Convención Constitucional. En tanto, la campaña #AnimalesEnLaConstitución, de la Fundación Derecho y Defensa Animal, tiene más de 15.000 firmas en change.org y el compromiso de más de 250 candidatos y candidatas a la Convención Constitucional.
Tenemos la oportunidad histórica de reconocer, en nuestra Ley Fundamental, un hecho innegable: que no estamos solos, que los demás animales son parte de nuestra comunidad, que viven en los que hemos denominado “nuestros territorios”, “nuestras ciudades”, e incluso “nuestros hogares”. Ellos también importan, y está en nuestras manos reconocerles los derechos que nunca debimos negarles.