Francis Alfaro Alcántara, académica UCEN Región Coquimbo
Hace pocas semanas fue el lanzamiento del nuevo Mapa Nutricional de la JUNAEB 2020, herramienta de reporte estadístico del estado nutricional de la población escolar. El informe anual evidencia el impacto de la pandemia en niños, niñas y adolescentes. En nuestra región el 28% de los estudiantes evaluados presenta sobrepeso, mientras que el 24,4% está con obesidad u obesidad severa, destacando las cifras más altas asociadas a estudiantes de 5° básico.
Estos datos, a pesar de ser tan crudos, reflejan una realidad que afecta a nuestro país y que también implica el aumento desde la niñez brechas en salud que perdurarán en la adultez, aumentando el riesgo de muerte prematura o discapacidad por enfermedades crónicas no transmisibles como Diabetes mellitus, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares.
Por lo mismo, es importante fortalecer políticas públicas que promuevan estilos de vida saludable que se extiendan en el tiempo, garantizando el acceso a alimentos sanos e inocuos, y espacios para la actividad física y el deporte, enfatizando que esta situación no sólo pasa por decisiones personales o familiares, sino que son la consecuencia de un sistema que no ha podido revertir el aumento de la malnutrición por exceso en nuestra población infantil.