Una radiografía a las expresiones del cambio climático en Magallanes y las oportunidades que, con un manejo eficiente de los recursos, entrega este fenómeno a la Agricultura Familiar Campesina para seguir creciendo, entregó este viernes el seminario sobre Modernización del Agro y Adaptación, organizado por INDAP y que contó con la participación en línea de 28 pequeños productores.
La región del extremo austral muestra también señales del fenómeno con menores precipitaciones y aumento en temperaturas promedio, entre otros efectos que fijan nuevos desafíos para este sector que en los últimos años ha avanzado en innovaciones para ofrecer más y mejores frutas y hortalizas frescas muy valoradas en ciudades como Punta Arenas, Puerto Natales o Porvenir.
El ingeniero Agrónomo y académico de la Universidad Católica, Felipe Martin, asesor de INDAP en el comité institucional de cambio climático, abrió el debate con una clase magistral enfocada en esas expresiones y también en la ruta de las acciones que se deben asumir para mantener la agricultura y aprovechar las oportunidades que entrega especialmente en el sur de Chile.
Estrés mundial en la explotación de recursos y demanda para alimentar cada año a 80 millones de nuevas personas, obligan, apuntó el experto, “a reflexionar para avanzar a una agricultura adaptada a estos nuevos escenarios donde se requiere unir fuerzas, conocimientos y capacidades”.
Magallanes, acotó, tiene una “variabilidad climática muy fuerte” con sectores con precipitaciones sobre los 3 mil mm al año y otros entre los 365 a 500 mm que son los principales para el cultivo. Estimó que esto puede ser un beneficio: “A lo mejor ahora van a tener temperaturas más benignas, con una cantidad de lluvias más aceptables y vamos a poder entrar en zonas de producción donde no tenían esa posibilidad (…) Tenemos la ventaja de que no han cambiado mayormente los caudales de la región, ni tampoco la disponibilidad de recursos hídricos. Eso es muy bueno”.
Felipe Martin, a la luz del análisis de esas variaciones meteorológicas que detalló en su exposición, insistió que “en el caso de ustedes no va a haber desertificación, si va a haber un cambio en cuanto al momento en que llueve, probablemente en cuanto a períodos más largos sin lluvia”. Esto, acotó, puede ser beneficioso si es que se hace la infraestructura necesaria en la zona” y si se asume, agregó, lo que presentó como los 10 Ejes de la Adaptación que incluyen capacitación, evaluación de riesgos, fomento, inversión tecnológica y estrategia de desarrollo territorial generada en la misma región.
La actividad comenzó con un saludo del subdirector nacional de INDAP, Luis Bravo, que ante el cambio climático llamó a “estar conscientes de las labores de mitigación” y especialmente “cambiar nuestra forma de trabajar” para aprovechar las oportunidades que entrega en algunas zonas. En ese sentido, dijo, debemos “escuchar qué opinan los usuarios de la región para poder abordarlo, tenemos que hacerlo de manera participativa para que en su dimensión local podamos hacer los trabajos. Los problemas y la visión son muy distintos en cada región”.
MIRADA LOCAL PARA CONSTRUIR SOLUCIONES
El director regional de INDAP Magallanes, Petar Bradasic, en tanto, llamó a “enfrentar este escenario que nos toca con sus ventajas y sus dificultades” y valoró que en este diálogo con los productores se recojan “acciones que debemos tonar, necesidades de infraestructura, capacitaciones, y todo lo que nos ayude a enfrentar este tema”.
Precipitaciones que se han reducido hacia el verano, menos nieve en zonas bajas, cursos de agua que se secan, rachas de viento más intensas y mayores temperaturas que alteran la gestión de invernaderos, son algunos de esos efectos del cambio climático que relataron desde sus predios las y los productores que participaron del taller en las sesiones de debates grupales.
Cristián Villarroel, del sector Los Flamencos, fue uno de los participantes quien describió ese escenario y apuntó la estrategia que usa para salir adelante con sistemas de regadío, canaletas de recolección e invernaderos, con la novedad de que ha debido utilizar en ocasiones el agua potable.
Loreto Hernández, de Pampa Redonda, en tanto, describió que su parcela “siempre tuvo agua de pozo lo que hoy es bien difícil de mantener. No me rinde para la temporada, porque se seca en enero, así es que estamos utilizando los guateros, con aguas lluvia, y esa es la opción que tenemos”.
El de Magallanes fue el seminario número 13 entre los que ha realizado INDAP en regiones, en una serie que comenzó en las regiones declaradas en emergencia agrícola por escasez hídrica. Han participado más de mil productores de manera presencial y de manera telemática. Los próximos se realizarán en Tarapacá (9 de julio), Antofagasta (13 de julio) y Arica y Parinacota (14 de julio).
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