Señor Director:
“Se acabó Chile” es el título de un opúsculo escrito por Miguel Serrano –brillante pensador y ex embajador de nuestro país en India, Austria y Yugoslavia– que fue publicado hace veinte años (2001) en el cual a través de la observación de un símbolo (¡!) advirtió nuestro aciago presente: El fin de Chile.
La masiva invasión al país –el planificado recambio poblacional– fue uno de los motores del así denominado “estallido”, el Opus siniestro de la gran revolución marxista –la “revuelta”– que ha promovido la destrucción de monumentos-símbolos de nuestra historia, la aparición de las “nuevas banderas”, el “separatismo”, la destrucción de la familia y en última instancia la conformación del “nuevo Chile”, asumido y acatado por los políticos-marionetas de la Izquierda, la Derecha y los independientes: Todos rebuznan sobre Chile, sobre el pueblo y su futuro pero de modo paradójico, atacan al Chile de nuestros ancestros –magistralmente descrito por Nicolás Palacios en Raza chilena (1904)– el que ha sido socavado a tal punto que los “valores” e “ideas” que hoy imperan y se fomentan son opuestos a la cosmovisión del Chili Mapu.
La profunda concepción ancestral de nuestra patria fue destruida. Hoy es un alcantarillado de apátridas, desarraigados, imbéciles y criminales.
¡Se acabó Chile!
Rafael Videla Eissmann, Historiador