Fernando Cortés Tello, Enfermero, académico UCEN Región Coquimbo
En tiempos de Pandemia, el teletrabajo se ha hecho habitual para hacer las labores que normalmente desarrollábamos en nuestras empresas, organizaciones o lugares específicos. ¿Los riesgos laborales se trasladan al hogar? En efecto, hay riesgos que se generan en el hogar, muy similares a los que estamos expuestos en nuestros de puestos de trabajo; dependiendo del tipo de actividad, también pueden emerger otros nuevos, que aún están por identificarse.
Algunas consecuencias que se han observado en este periodo son, por ejemplo, la sobrecarga de responsabilidades, que puede asociarse a afectación de ritmos biológicos, generación de estrés, ansiedad, irritabilidad, estados depresivos, temor y aburrimiento, sensación de aislamiento, ambigüedad o conflicto de rol; y alteraciones mentales debido a los conflictos entre emociones “requeridas” en su trabajo y las que el trabajador efectivamente quiere expresar.
Otro problema que se acentúa en esta situación sanitaria es el sedentarismo, lo que puede favorecer o agravar el surgimiento de enfermedades cardiovasculares o metabólicas, así como el deterioro del quehacer o del disfrutar de las vivencias diarias.
Otro concepto al que deberemos acostumbrarnos es el tecnoestrés, que está asociado a disminución del rendimiento laboral, problemas de sueño, insomnio, dolores de cabeza y musculares, trastornos gastrointestinales, dolor crónico, puesta en marcha de comportamientos perjudiciales como fumar, comer y beber en exceso, abuso de fármacos y otras sustancias.
Por otra parte, son relevantes los riesgos ergonómicos presentes en la estación de trabajo hogareña, los que pueden desencadenar problemas musculesqueléticos, sensación de fatiga, cefaleas, trastornos del sueño, tensión y dolor muscular, palpitaciones, agotamiento, fatiga, mareos o vértigos, etc.
¿Qué hago? Mantenga comunicación permanente con su empleador para informar cualquiera de estos signos y síntomas, para que, de acuerdo a la legislación vigente, se puedan evaluar y reducir estos riesgos, de tal forma de prevenir los efectos en la salud mental y física, y así cuidar su calidad de vida personal, familiar y su productividad laboral.