Casi siempre cuando decidimos tomar unas vacaciones pensamos en un destino de sol y playa. Sin embargo, vale la pena mirar al sur si, más allá de descansar, queremos encontrar un nuevo impulso, el sentido revelador de nuestra vida. Cabo de Hornos es ese paraje donde todo se detiene y vuelve a empezar.
Ir al rincón más austral del mundo es, literalmente, emprender un camino de exploración y aventura hasta encontrarnos con nuestra esencia puesto que la ruta turística de Cabo de Hornos es desafiante y paradisíaca.
La región cuenta con el Parque Nacional Cabo de Hornos y la Reserva de la biosfera Cabo de Hornos por lo que visitar este lado de la Patagonia implica, también, un acto de responsabilidad y respeto hacia la naturaleza.
Nuestro paso por este entorno debe ser responsable y consciente, pues nos adentramos en el hábitat de plantas endémicas como el coigüe de Magallanes, el ñirre, la leñadura y el canelo.
Merodean otras especies endémicas como los chungungos, los lobos marinos, los delfines australes y chilenos, las gaviotas dominicanas, los petreles gigantes y el ave marina más grande del mundo: el albatros viajero. Verlos será simple. Solo depende de la actividad que escojas para dar rienda suelta a la aventura.
Ahora dispones de un sinfín de rutas exploratorias que te permitirán llegar hasta parajes casi vírgenes. Las experiencias están diseñadas según la época del año y los intereses de los aventureros.
Si eres una persona arriesgada y en buena forma física puedes hacer trekking por los Dientes de Navarino, una afición que cada vez gana más popularidad en el mundo, (aunque no en todos los sitios se vive una experiencia tan singular como en Cabo de Hornos). A esta modalidad de actividades se suman el montañismo en el Macizo de Paine, el sky andino en invierno, el canopy el ciclismo y el mountain bike.
En cambio si tu objetivo principal es tener un contacto directo con los animales puedes elegir las rutas para practicar kayak por el sector del faro de San Isidro, en Agua Fresca, donde la sincronía con el entorno natural es único.
También se puede realizar fly fishing en Windhond, uno de los 24 lugares más vírgenes del mundo; buceo, cabalgatas entre las estepas; birdwatching en Tierra del Fuego para ver de cerca pinguiños rey, cormoranes y cóndores, y whalewatching para presenciar un show único protagonizado por cetáceos.
Si has llegado hasta acá es porque Cabo de Hornos te ha sorprendido. Pero de seguro te preguntarás sobre los atractivos marítimos de este enclave austral que lo han definido como uno de los paisajes más desafiantes para la navegación.
Es totalmente cierto. Cabo de Hornos es para los navegantes lo que el Everest para los alpinistas. Miles de historias sobre marinos varados luchando por su supervivencia en las aguas del Cabo -donde se unen los océanos Pacífico, Atlántico y los vientos del sur- han convertido su ruta marítima en una experiencia para quienes viven al límite.
Con Waia Expeditions, una empresa especializada de navegación podrás navegar el Canal Beagle por la ruta de la Cordillera de Darwin. Desde Puerto William y Navarino se abre un mélange visual entre la claridad de los glaciares y el verdor de las montañas escarpadas. Escenas sacadas de un cuento.
Desafiarás las leyendas y conocerás las particularidades de deportes extremos náuticos que se practican en el sitio como las regatas de yates. El recorrido incluye también actividades como el trekking y el disfrute de la gastronomía chilena austral.
Un viaje intenso y único en el que deberás hidratarte de la mejor manera con Aguarino, una empresa local que ha defendido el valor del agua de Navarino, la más pura del mundo.
Y como todo descubrimiento pide a ratos un descanso para recobrar fuerzas, Cabo de Hornos presenta una red de alojamiento integrada por el hotel Fiofio, el grupo Dientes de Navarino, con su hostel Dientes de Navarino y el hotel Forjadores de Cabo de Hornos.
Todas las instalaciones fomentan, desde sus conceptos estéticos, el conocimiento e intercambio con la cultura y las costumbres locales.
La elección de rutas turísticas, experiencias locales, gastronómicas y sitios de estancia solo depende de la cantidad de excursionistas, las comodidades que solicitan y las vistas que desean para su amanecer en el fin del mundo.
Acá hay sitio para todos. El fin del mundo es el paraje perfecto para retomar la vida. Para nosotros, tomar unas vacaciones no significa descansar, sino empezar.