Los “Derechos Humanos”, China, Chile y los farsantes

Señor Director:

A diario observamos el rebuzno en torno a quién es más “autoridad” sobre los “Derechos Humanos” en Chile, especialmente entre los candidatos a la presidencia del país y sobre la historia reciente –buscando siempre la impugnación del conocimiento, el reconocimiento o la negación de los exaltados “Derechos Humanos”–. Sin embargo, ninguno de los farsantes hace mención sobre el hecho que el país mantiene relaciones diplomáticas y comerciales (¡!) con la República Popular China –un Estado socialista con UN SOLO PARTIDO POLÍTICO, el PARTIDO COMUNISTA DE CHINA–, centro gravitacional de la violación de los “Derechos Humanos”. ¿Qué dicen al respecto los “presidenciables” y los “constituyentes? Nada. Absolutamente nada.

¿Es que acaso alguno de los tramoyistas ha ‘condenado’ el unipartidismo de China o la existencia de su única agencia informativa o la invasión al Tíbet? Por supuesto que no. Es el Gran Silencio de los súbditos del Gran Señor, la genuflexión a los “negocios” (los “tratados comerciales”), es decir, al Becerro de Oro.

Resulta incompatible e incomprensible en consecuencia, la férrea defensa y adoctrinación que se emprende en Chile sobre la defensa de los sacrosantos “Derechos Humanos” cuando el propio país, política, económica y socialmente, se encuentra subyugado –vendido– a la primera potencia económica mundial. Baste recordar las apreciaciones del expresidente vende-patria Eduardo Frei Ruiz-Tagle y su delirante genuflexión al imperio oriental: “Chile y China son socios estratégicos” (2020).

¿“Derechos humanos”? Por supuesto: Chile es el paraíso de los hipócritas y los farsantes.

 

Rafael Videla Eissmann

14 de Noviembre de 2021

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