Por Eduardo Valenzuela
Ingeniero Comercial, licenciado en Administración.
“Una planificación estrategia bien elaborada, con una visión social, solidaria y representativa, por medio de una política de estado, sería una forma de llegar a Chile a un país más justo, solidario y equitativo”
Hoy en día, después de cuatro semanas muy intensas, en lo social, donde Chile se encuentra en una situación compleja, es necesario levantar propuestas de manera eficientes para buscar una solución equitativa, a las diversas demandas de la población. Estas se deben ajustar a la realidad que afronta el país, especialmente en lo económico, social y político. Para así poder mermar el disgusto social del pueblo Chileno.
Las políticas ejecutadas en los gobiernos de la concertación y gremialistas, provocaron el estallido social, por el disgusto de los mismos, ya que después de volver a la democracia no se estableció un estrategia de estado, sino más bien, una estrategia partidista, que solo miraba un sector social y político, dejando de lado las verdaderas necesidades de las personas en Chile. A esto sumado a los intereses personales de varias figuras políticas, acoto la posibilidad de que Chile sea un oasis en el desierto y sobre todo disminuir la pobreza y desigualdad social.
Para ello se debe crear una planificación estratégica donde se estime los lineamientos a seguir, una especie de Carta Gantt u hoja de ruta de estado, de acuerdo a las demandas sociales y ciudadanas, principalmente en materia de salud, educación, seguridad social, vivienda, laboral y medioambiental. Siendo estos pilares fundamentales y esenciales, para crear una política de Estado de corto plazo (entre 1 y 2 años), mediano plazo (entre 2 y 4 años) y largo plazo (4 o más años), estableciendo tiempos de ejecución y de inyección presupuestaria, como también definiendo los niveles de control por medio de leyes y normativas y también dar seguimiento a la ejecución de esta estrategia por medio de encuestas o indicadores de ejecución o gestión.
Dicha planificación debe ser ajustada de acuerdo a los recursos que tiene disponible el Gobierno, la jurisprudencia de los poderes Estatales y sobre todo la unidad de todos los sectores políticos para buscar el bien común para todos. Viendo de este punto de vista, la Agenda Social que busca impulsar el Presidente de la República, debería ser revisada y levantar una nueva propuesta con una planificación estratégica con visión social y con una Política de Estado, para así mermar el disgusto ciudadano y poder volver a la normalidad.
