Indiferencia de la comunidad internacional / Brutal asesinato de cinco cristianos en el Sahel africano

Daesh prosigue con su estrategia de islamización por la fuerza de los países de la zona

No dicen exactamente dónde. Sólo que fue en el Sahel, pero el asunto central es el mismo que se repite en los últimos tiempos: el brutal asesinato por parte del Estado Islámico (Isis, Daesh) de personas por el mero hecho de profesar la religión cristiana: “eliminación de cinco cristianos infieles y tres espías tras su captura en la región del Sahel”, reza el “reportaje” que los yihadidtas acaban de publicar con varias fotografías en sus redes sociales.Además de dar cuenta de sus atrocidades, Daesh, como explicaba en el editorial del último número de su semanario, se trata de dar la mayor publicidad a este tipo de hechos por el fenómeno de imitación que producen en los actores, “lobos” solitarios que viven en Occidente; se les anima a que cometan este tipo de acciones criminales en sus lugares de residencia.Como decía el editorial se intenta promover la yihad y, al tiempo, demostrar que los esfuerzos que los servicios de información e inteligencia occidentales para frenar esta “guerra” mediática, han fracasado. Las redes sociales son tan importantes para Isis como los atentados sobre el terreno. Las imágenes y el lenguaje que se utilizan responden a un patrón común de actuación.

Con fotografías , como las difundidas esta tarde, se lanza el mensaje de que es lícito, por Alá así lo ordena, asesinar a los cristianos. Siguen el lema que les marcó su primer “califa”, Abu Bark Baghdadi, de “derribar la Cruz” de Cristo,

Lamentablemente, estos hechos, que se producen a unas pocas horas de avión de Europa, no tienen el eco mediático que merecería lo que constituye una campaña sistemática de aniquilamiento de los cristianos. Nigeria y, en general, los países del Sahel, llevan años sufriendo un goteo de masacres por parte de grupos islamistas que tratan de desplazar a los cristianos de esos países y constituir estados puramente musulmanes, ante la indiferencia de la comunidad internacional.

 

Fuente: LA RAZÓN

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