Hoy la industria farmacéutica ofrece diferentes tipos de remedios acordes a la sintomatología de cada persona. Y también, existen tratamientos que buscan mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Una persona nace con genes que pueden predisponerla a tener ciertos tipos de alergias y, también, hay factores ambientales que influyen. Las alergias pueden manifestarse a lo largo de la vida; desde que uno nace e incluso en la tercera edad.
La alergia respiratoria es causada por uno de los mecanismos inmunológicos conocido como Tipo 1, este es el más habitual y se manifiesta con una hipersensibilidad inmediata frente al polen, ácaros y epitelios de animales, entre otros. Los síntomas son rinitis (nariz) conjuntivitis (ojos) y asma (bronquios).
El doctor Pablo Raby, inmunólogo de Clínica Las Condes, comenta “efectivamente hay distintos tipos de medicamentos para tratar una alergia respiratoria, los más comunes son los antihistamínicos porque bloquean al receptor de la histamina. Los de primera generación, como la clorfenamina e hidroxicina tienen algunos contras: su efecto no dura 24 horas, causan somnolencia y disminuyen los reflejos. Ésos no deberían ser usados. En cambio, los de segunda generación como: loratadina, desloratadina, levocetirizina, rupatadina, entre otros, son los más recomendados porque tienen liberación prolongada y son inocuos si se toman por periodos largos de tiempo en las dosis adecuadas”.
Pero muchas veces los antihistamínicos no son suficientes, algunos pacientes necesitan un complemento como los corticoides y el problema es que, si se administran sin supervisión médica y sostenidamente, pueden tener efectos graves para la salud. El especialista recomienda, “siempre que se ingieran por vía oral o sean inyectables, la persona debe estar bajo evaluación médica. Ojo que los corticoides se recetan sólo cuando es estrictamente necesario. Con una dosis correcta son seguros y tienen mayor grado de eficacia”.
¿Cuál es el tiempo adecuado para empezar a prepararse para las alergias estacionales?
El Dr. Raby indica, “si se utilizan un par de semanas antes, lo que puede ayudar a que los síntomas no sean tan fuertes son los corticoides nasales. Hay sprays nasales con y sin corticoides, algunos tienen en su composición solución salina y se encargan de limpiar las vías nasales, mientras otros actúan como descongestionantes”.
Hay personas que cansadas de tomar antialérgicos año tras año, optan por tratamientos naturales como la homeopatía, pero el doctor explica que no hay estudios científicos que demuestren buenos resultados. “Quienes tienen alergia respiratoria intensa pueden ser muy buenos candidatos para realizarse una inmunoterapia que es muy útil. El paciente se vuelve menos reactivo a lo que le produce alergia y por esto, necesita menos medicación, mejorando su calidad de vida”. El tratamiento consiste en la administración de vacunas personalizadas hechas en base al resultado del test cutáneo del paciente, estas intervienen en el funcionamiento del sistema inmune generando tolerancia al alérgeno identificado y tiene una duración entre tres y cinco años.
Consejos no farmacológicos que también pueden ayudar:
- Para quienes sufren de conjuntivitis alérgica, cuando se encuentren al aire libre, se recomienda utilizar gafas de sol o antiparras.
- Si se ha estado expuesto a polen en un parque, por ejemplo, se aconseja antes de dormir tomar una ducha para eliminarlo de la piel, ya que, al ser imperceptible no se ve.
- Evitar secar la ropa al exterior porque el polen se adhiere a ella, si es posible hacerlo al interior del hogar.
- Se recomienda ventilar los ambientes, por una hora máximo al día, y utilizar filtros de aire ya sea en el auto o en viviendas.
