LapitucaKO: Exclusividad y creatividad  en el cuidado de pacientes

La necesidad de reinventarse tras la trágica muerte de su esposo, motivó a la exitosa diseñadora nacional Katherin Olivos, a crear una línea de productos especialmente orientada al personal de salud; iniciativa que hoy le permite fabricar y vender entre 5 a 8 mil gorros clínicos mensuales, además de otros atractivos y exclusivos accesorios como scrunchies, maxi rumbas y maxi mambas. 

La extrema celeridad que hoy rige cada ámbito de la vida moderna, incluyendo a las actividades comerciales, exige constante flexibilidad, iniciativa y capacidad de adaptación a quienes aceptan el desafío de emprender alguna actividad productiva o de servicios.

Este ha sido el derrotero de esfuerzo que la empresaria, diseñadora de alta costura y productora de TV y de eventos, Katherine Olivos, ha mantenido a largo de su vida; dando constantes muestras de su capacidad para reinventarse en forma constante, y reorientando su energía creativa hacia diferentes rubros asociados al denominador común que representa su inagotable talento creativo.

Esta energía creativa se refleja hoy en su moderna línea de accesorios de vestuario orientados al área de la salud, el cual no sólo ofrece una alternativa atractiva y segura a los profesionales que laboran en dicho estratégico rubro, sino que también busca entregar un ejemplo de superación y empoderamiento, a miles de mujeres que anhelan concretar sus propios sueños de desarrollo personal y profesional.

Tal como comenta Katherin Olivos, esta idea surgió de una petición específica hecha por una de sus clientas que se desempeña como trabajadora de la salud. “Un día me preguntó si le podía diseñar cofias (cubre pelo) y scrunchies (brazaletes) exclusivos, para darle un toque especial a su uniforme. Y como el resultado la dejó muy feliz, me di cuenta de que existía un espacio importante para innovar y ofrecer este tipo de productos. Así que decidí a dar este paso, y desde entonces no hemos parado de fabricar, junto a mi equipo de producción, grandes cantidades de productos exclusivos y de alta calidad para este particular segmento de mercado”.

En la actualidad, esta atractiva línea ofrece más de 900 variedades de diseños, incluyendo gorros clínicos, scrunchies, maxi rumbas, maxi bambas y otras múltiples opciones con diferentes diseños, colores, tonalidades, estampados, formas y texturas. “Todo lo producimos en nuestro propio taller, junto a mi equipo profesional, con mucho entusiasmo y cariño, para todas nuestras esforzadas clientas que hoy se desempeñan en esta ‘primera línea de la salud’ que tanto esfuerzo despliega para cuidarnos día a día”, enfatiza Katherin.

Este mismo entusiasmo le ha permitido a la diseñadora ir superando constantemente las metas que se impuso tras la muerte de su esposo, producto de una compleja enfermedad. Instancia dolorosa que la dejó con una millonaria deuda hospitalaria y enfrentada a la disyuntiva de perder todo, o bien, reinventarse física, económica y anímicamente, para salir adelante.

Fue así como su esfuerzo y sus ganas la llevaron a sobreponerse al dolor y crear esta exitosa línea de negocios, que hoy se traduce en una producción mensual aproximada de entre 5 a 8 mil gorros clínicos y otros productos especializados y exclusivos que, además, abren la oportunidad para que otras mujeres cumplan sus propios sueños.

Semillero de emprendedoras 

Katherin comenta que la cartera de clientas crece día a día, “porque se pasan el dato entre ellas, gracias a lo cual llegan sus amigas o conocidas, así que hoy entrego pedidos desde Arica a Punta Arenas, porque de todas las ciudades del país nos piden cada vez mayores cantidades de productos, lo que nos demuestra que estos no son sólo simples accesorios, sino que representan otra forma que tienen las mujeres trabajadoras para exhibir su belleza natural y su esencia femenina”.

Pero la labor de Katherin no sólo se restringe a la fabricación de estos productos exclusivos, sino que también les entrega a sus clientas asesoría avanzada de modas y de negocios, en especial si recién están ingresando al rubro.

“Les doy tips de cómo llevar los productos -comenta-, y de cómo los pueden combinar con otras prendas. Pero no sólo eso, también las insto a hacer sus propios negocios. A vender, por ejemplo, mediante sus redes sociales, para que puedan generar sus propias ganancias”.

Un fenómeno de mercado que, a su juicio, tiene éxito seguro e inmediato, “pues cada vez que una clienta me compra para atender a su propia red de contactos, vende todo en menos de tres días o, incluso, hasta en el mismo día. Eso genera un círculo virtuoso de satisfacción total, pues ellas vuelven más contentas y, al mismo, tiempo duplican y hasta triplican sus propias ganancias. Eso es lo mejor y más gratificante para mí, cómo empresaria. Que otras mujeres se empoderen, se atrevan a emprender por sí solas, y aprendan a reutilizar e invertir sus ganancias, para que se desarrollen plenamente en la vida”.

Un esfuerzo intenso de trabajo y amor, cuyo éxito también se basa en el equipo humano que hoy trabaja junto a Katherin, produciendo en forma constante, atendiendo llamados y respondiendo pedidos a través de Instagram (@LapitucaKO), WhatsApp y todos los múltiples canales de atención online que hoy satisfacen las necesidades del mercado moderno.

A ello se suma la reciente inauguración de la tienda Spacio Kaths, espacio de moda enfocado a las mascotas y toda la familia, otra de las pasiones creativas de Katherin que, tal como todo su trabajo, representa una muestra más de su talento y amor por la vida.

 

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