Si usted es copiapino (a) y le preguntamos por Elías Hurtado Arancibia, lo más probable es que responda “no me suena”. Pero si le preguntamos por el “Chico Lele”, de seguro que soltará un “¡Aaaaaah, por supuesto que lo conozco!”. En estricto rigor, tendría que decir: “Lo conocí”, porque hoy dejó de existir este pequeño copiapino que se caracterizó por su baja estatura: apenas 1 metro y 25 centímetros. Nació el 12 de diciembre de 1944, por lo que acababa de cumplir 79 años de edad.
Alguna vez nos comentó que nació en la calle Infante 1188 y estudió hasta sexto humanidades en la Escuela Superior de Hombres de Copiapó. Su familia estaba compuesta por 6 hermanos varones, siendo Elías el mayor del clan, donde todos los demás se desarrollaron normalmente.
“Los médicos nunca me han especificado la razón de por qué no crecí más; pero una vez que me disloqué una rodilla, el compositor de huesos que me atendió me dijo que tengo una vértebra de la columna sobre puesta, la que incidió sobre la médula espinal para que yo no creciera”, explicó acerca de su estatura, para graficar que su caso no era enanismo.
Para dejar en claro que a nadie le falta Dios, aquella vez nos contó con alegría: “Me casé hace cuatro años con Leidy Bahamondes que tiene estatura normal. Al principio me costó harto que me diera el sí, al final me dijo que bueno y hasta le reconocí el hijo que tenía y ahora lleva mi apellido. Nos llevamos bien, salvo las habituales peleas de matrimonio. Yo no soy celoso y ella sabe que yo soy medio picarón pa` mis cosas”.
Elías o el “Chico Lele” trabajó durante muchos años como junior administrativo y eso le implica pararse tras un mostrador para ser atendido en las oficinas públicas, para lo cual tenía que necesariamente levantar la mano para decir aquí estoy, ya que, en caso contrario, simplemente, no lo veían y obviamente tampoco lo atendían, según él mismo confesó. Añade que también trabajó como cobrador de una micro del recorrido local perteneciente a don Deonesio Munizaga (QEPD).
Hace algunos años, el “Chico Lele” por fin pudo mirar a alguien hacia abajo, cuando se encontró con Miguelito, el personaje cómico del programa Morandé con Compañía, con quien la producción del programa armó este encuentro en Copiapó. “Encontré bonita y simpática la nota y gracias a Miguelito hasta me he hecho más famoso, aparte que también me pagaron unas luquitas que nunca están de más”, dijo al concluir esa nota televisiva.
Personalmente, conozco a su hermano Miguel, contador de profesión, con quien trabajé hace algunas décadas en la Intendencia de Atacama, en la época del intendente Eduardo Morales Espinoza. Vayan para él mis condolencias personales por la pérdida de su querido hermano.
Sus restos serán velados a partir de las 18:00 hora en funeraria Rojas y Hermanos ubicada en calle Maipú con Yerbas Buenas.
SERGIO ZARRICUETA ASTORGA
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