Un aceite de oliva pensado para el consumo de los niños

Koroneikids posee notas frutales y florales que permiten que sea un aceite ideal para los menores aportándoles alta nutrición y salud.
Su autora es una empresa familiar campesina, usuaria de INDAP, que vive en la región de Atacama.
En el sector Bellavista de Huasco Bajo vive Carmen Castillo junto a su esposo Alex  y su pequeña Alma. Junto a los padres de Carmen dan vida a Alma de Huasco, emprendimiento olivícola que valora y respeta el medioambiente y que declara su convicción por realizar agricultura limpia en Atacama. Son conocidos en varios portales web olivícolas de nuestro país por ser un producto de calidad gracias a la cantidad de antioxidantes llamados polifenoles que contienen sus aceites los que aseguran una calidad nutricional probada.
Pero esta familia agricultora quiso ir más allá y decidió innovar en una las variedades que tienen en su predio: la variedad koroneiki. Cuenta Carmen que «Jorge Astudillo asesor de olivos de INDAP me propuso catar esta variedad y la describió como un aceite fresco, de frutado medio con equilibrado amargo y picante con notas de hierba recién cortada, rúcula y flor de manzanilla. No lo pensamos mucho y en un juego de palabras que se nos ocurrió entre el asesor y la familia nació «Koroneikids» en relación a que es especial para niños», señala. «Busqué luego un ilustrador que pudiera conceptualizar una etiqueta que hablara de la conexión entre la naturaleza acercando un producto saludable a los niños, y el diseñador nacional Max Feito fue quien se atrevió con la ilustración que lleva la etiqueta».
Para Carmen es clave poder desarrollar un producto de la agricultura familiar que sirva de real aporte en la nutrición y salud de los menores, «lo que estamos buscando con el producto es queniñas y niños puedan apropiarse de él, lo busquen e identifiquen, ya que además el aceite del Huasco cuenta con gran cantidad de polifenoles -antioxidantes- que se encuentran en forma concentrada especialmente en productos como el aceite de oliva extra virgen, que le confiere a éste la estabilidad y cualidades nutricionales y saludables, así como aspectos sensoriales importantes».
Alma de Huasco también posee en sus aceites el sello Denominación de Origen para el Aceite de Oliva Extra Virgen del Valle del Huasco, lo cual quiere decir que el aceite se produce en una región geográfica específica y se apega a estándares rigurosos de calidad y procesamiento.
Desde INDAP en Atacama, su directora regional Paola Torres González, valora la apuesta y la innovación desarrollada por Alma de Huasco. «Un gran porcentaje de todos los alimentos que comemos diariamente en nuestros hogares es fruto del trabajo diario de agricultores familiares e indígenas, por eso estamos muy contentos como INDAP de ver nacer este producto pensado para niños, que posee un alto contenido nutricional, lo cual implica redoblar nuestros esfuerzos en apoyo de estos emprendimientos familiares. Queremos seguir aportando como INDAP a dar más seguridad y certeza alimentaria a la comunidad en línea con el mandato que tenemos como servicio público, a través de nuestros programas e instrumentos».

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