Fiscal Judicial de la Corte de Apelaciones de Copiapó: “La cárcel está en el segundo lugar nacional de hacinamiento”

El fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Copiapó, Carlos Meneses Coloma, se refirió al informe sobre la realidad de los recintos carcelarios de la región de Atacama, elaborado por la Fiscalía Judicial de la Corte Suprema, que consolida la información recogida en 53 visitas realizadas a centros penitenciarios de todo Chile.

“El panorama ha quedado en evidencia con el mérito del informe de la fiscala nacional, señora Lya Cabello. Me toca realizar la visita, anual, al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Copiapó (CCP) y a los restantes dos centros de la región. Y es efectivo lo que en el informe se señala: tenemos serias deficiencias, tanto estructurales como de trato educativo a los internos en el régimen carcelario. Deficiencias materiales y educativas que influyen en lo que se ha denunciado como un incumplimiento a las labores de readaptación social, que es el fin último que debe perseguir la internación de condenados y procesados en el régimen carcelario”, dijo.

Recordó que Copiapó fue mencionado varias veces en el informe de la fiscala. “Registramos en el CCP de Copiapó una sobrepoblación penal que se alza en el 87 por ciento. Es decir, teniendo una capacidad ideal para 242 personas en condición de internos en la cárcel, efectivamente había 453 al momento de realizarse la fiscalización”, expresó.

El fiscal Meneses manifestó que “esto nos ubica (a Copiapó) en el segundo lugar nacional de hacinamiento carcelario, lo que es un triste honor”.

En cuanto a los horarios de encierro y desencierro de los internos, Meneses planteó que es un segundo factor de alta incidencia al que se hace referencia en el informe de la fiscala judicial. “En Copiapó, los internos son encerrados en sus celdas a las 17:30 horas aproximadamente. Esto significa que pasan mucho más de 12 horas encerrados, puesto que son desencerrados a las 8:30, en la mañana”, expresó.

Recordó que la idea de todo régimen interno en un centro penitenciario es replicar las condiciones de vida normales. “Lamentablemente, estas condiciones no se igualan a la vida normal. Ninguna persona en un estándar de normalidad se levanta a las 8:30 de la mañana y se acuesta a las 17:30”, dijo.

LLAMADO A LA AUTORIDAD

El fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Copiapó expresó que “como lo ha dicho el señor presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, la idea es que los organismos a los cuales competen el cumplimiento de las obligaciones de readaptación tomen cartas en el asunto y efectivamente se dediquen al progreso constante en la readaptación, procurando la mejora en las condiciones de infraestructura y en el trato educativo que se da a los internos”.

Meneses enfatizó que “el presidente de la Corte Suprema ha expresado que debe existir un diálogo y trabajo mancomunado entre las instituciones vinculadas al tema: Gendarmería y la autoridad administrativa tienen la palabra para trabajar en conjunto con el Poder Judicial para trabajar en la solución de estos graves problemas”.

Cabe señalar que el informe consigna que el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chañaral está diseñado para 120 internos y tiene una población de 200; el Centro de Detención Preventiva de Vallenar está diseñado para 152 internos y tiene 220. Finalmente, el CCP de Copiapó está diseñado para 242 internos y tiene una población de 456 internos, según el documento.

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