Con mucha pena y dolor, un grupo de vecinos que tiene casas de veraneo en Barranquilla mostró su preocupación frente a la condición lastimosa en que se encuentra un significativo número de perros abandonados en ese sector costero de nuestra región, al grado que se vienen sucediendo constantes casos de canibalismo entre ellos, debido a que carecen de alimento para su subsistencia, donde naturalmente los “sacrificados” resultan los animales más débiles y pequeños.
Agrupados en el Comité Ecológico “Sol de Barranquilla” estos vecinos hacen lo posible por alimentar a los que merodean en sus respectivos sectores, pero asumen que la tarea es mayor y que debe ser asumida por la Municipalidad y la Seremi de Salud, porque también existe un riesgo para la población local al estar convertidos en jaurías hambrientas y, lo peor, es que se están reproduciendo cada vez más, al no existir un programa municipal de esterilización en este lugar.
Olga Flores, una de las integrantes del Comité, comentó que estos animalitos llegaron a la costa junto con sus dueños en época de vacaciones, pero a la postre, aquellos regresaron dejando a las mascotas abandonadas a su negra suerte. “Es una cuestión de humanidad, porque es muy triste ver cómo se pelean un poco de comida que les damos, prácticamente todos están famélicos, y cualquier esfuerzo que hagamos por alimentarlos es insuficiente”, señaló la citada vecina.
