La pandemia marxista

Señor Director:

Resulta llamativo, por decir algo, el “apoyo” que diversas figuras de la decadente sociedad chilena, pregonan al suche del comunismo internacional, Gabriel Boric. Y es llamativo, por cuanto todos estos individuos que se muestran como férreos defensores de los “derechos humanos”, del “progreso”, de la “inclusión”, de la “tolerancia” y cuanta argucia sea imaginable –desde los actorcillos de tercera que pululan en las “teleseries” nacionales, ex-presidentes, ex-ministros, demócratas-cristianos, narcos, travestis y figuras del arte y la cultura –como el “filósofo” Gastón Soublette–, dan apoyo a la candidatura de un marxista. ¿Son inconscientes o abiertamente imbéciles? El comunismo es un tentáculo del marxismo, anti-filosofía materialista que ha sembrado el germen de la descomposición social y cultural donde ha sido inoculado. ¡Qué mejor ejemplo que China y la invasión al Tíbet! ¿Qué dicen al respecto los defensores de los “derechos humanos” –desde la Democracia Cristiana, el Partido Radical a los socialistas y comunistas?–. Por supuesto que nada. Pues todos son farsantes.

Los grandes hipócritas.

El marxismo y sus agentes –aunque hablen de “más derechos”, “dignidad”, “justicia”, “democracia”, “tolerancia”, “igualdad”, “feminismo”, “inclusión” y “derechos humamos”– siembran la fórmula exacta de destrucción de las naciones occidentales ideada por los funestos Karl Marx (cuyo verdadero nombre fue Kissel Mordechai) y Friedrich Engels. Es la antítesis directa de la concepción espiritual y trascendente de la nación chilena –con sus raíces prehispánicas y europeas–.

El marxismo –y sus tentáculos políticos, el socialismo y el comunismo– son la verdadera pandemia que afecta a Chile.

 

Rafael Videla Eissmann

11 de Diciembre de 2021

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