Grupo de familiares y amigos llama a autoridades a rescatar histórico cementerio del  yacimiento cuprífero de Cerro Blanco

  • A 87 Kilómetros hacia el sur este de Copiapó, entre Tierra Amarilla y Vallenar se ubica el yacimiento minero Cerro Blanco, más bien dicho, los vestigios de lo que fue este generoso centro productor de cobre. Es un lugar patrimonial antiquísimo, cuyos primeros registros de explotación datan de hace dos siglos y medio y que hoy, lamentablemente, solo ofrece postales de abandono, deterioro y nostalgia.

A pesar de la distancia y de las dificultades existentes para llegar hasta este histórico lugar, hay un grupo de personas que se ha empeñado en rescatar la existencia del Cementerio local, donde aún se observa nítidamente la presencia de sobretumbas, con sus cruces y cercos, observándose claramente los nombres de los difuntos.

Para este grupo de familiares y amigos, este Cementerio es un verdadero museo al aire libre que, lamentablemente, está abandonado de la mano de las autoridades de gobierno y, en especial, de quienes deben manejar el tema cultural, razón por la que han asumido el desafío de difundirlo, conservarlo y, sobre todo, llamar a la conciencia de quienes corresponda para levantar algún Proyecto estatal que permita destinar recursos para su recuperación patrimonial.

El cementerio de Cerro Blanco se ubica a algunos kilómetros al este del pueblo, bien adentro, casi al fondo de una quebrada, en un avanzado estado de deterioro y abandono. Para llegar hasta allí se debe tomar la Ruta C-35, donde una vez que pase Pabellón encontrar un letrero a mano derecha que indica “Cerro Blanco”, debiendo doblar a mano derecha bordeando un pequeño cerro.Precisamente, con la intención de rescatar el pasado glorioso de este rincón de Atacama, el año 2019 se editó un libro dedicado a este extinto campamento minero, situado a 2.200 metros de altura sobre el nivel del mar, en el cual aún se pueden encontrar restos de antiguos trapiches, piques, marays y construcciones propias del trabajo minero que datan desde hace siglos.

Los primeros registros de su explotación datan del año 1750 cuando se empezó a sacar oro, aunque fue una explotación menor y temporal. No fue sino hasta que se encuentra cobre cuando surge el primer poblado permanente y que llevó por nombre “La Amarilla”.

Por ese entonces, en plena época colonial, se vendía cobre al Perú, pero el mercado cambió con la llegada del siglo XIX cuando entran los ingleses al negocio. Más Adelante, en tiempos republicanos, el cobre tuvo destinos tan lejanos como la India. Incluso los británicos construyeron una línea férrea que conectaba el puerto de Carrizal Bajo con Cerro Blanco.

Esos fueron los años de esplendor de Cerro Blanco, cuyos ecos se mantuvieron hasta mediados del siglo XX, cuando el poblado entró en una franca decadencia y cerró su faena productiva. Hoy sólo quedan vestigios del pueblo, destacando el templo parroquial que está en muy mal estado, pero impresiona en medio de las terrazas que forman los zócalos que la acompañan, los que en su época albergaban residencias y otros edificios de la ciudad que debió tener un aspecto escalonado.

Asimismo, destaca la oficina postal, convertida hoy en un espacio tétrico, donde aún quedan vestigios de su estructura original, como el antiguo papel mural de una de sus habitaciones.

Por todo esto, es que la agrupación de amigos reitera el llamado a las autoridades a levantar algún Proyecto cultural que permita el rescate y conservación del histórico Cementerio de Cerro Blanco.

Para llegar hasta este lugar, se debe tomar la Ruta C-35, donde una vez que pase Pabellón encontrará un letrero a mano derecha que indica “Cerro Blanco”, debiendo doblar a mano derecha bordeando un pequeño cerro.

Todas las fotografías y video gentileza de María Soledad Núñez.

Tierramarillano Chile.

Síguenos en facebook

Comparte

Facebook
Twitter
WhatsApp
error: Contenido protegido!!!