El llamado telefónico que trastocó la agenda del Presidente Boric en Atacama y pone en jaque al Gobierno de cara al plebiscito

A un segundo plano pasó la agenda del presidente Gabriel Boric en Atacama, luego de la detonación de la “bomba” que significó la filtración del llamado que una asesora de la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, realizó el 11 de mayo al ahora formalizado y en prisión preventiva líder de la CAM, Héctor Llaitul.

El antecedente que derivó en la rápida dimisión de la ministra que tenía su oficina en la misma Moneda, se conoció pasado el mediodía de este jueves, luego que fuera difundida por el medio electrónico ExAnte el informe reservado de la PDI que explosó como una megabomba en las huestes de gobierno que, al parecer, no estaban al tanto de esta “proactiva iniciativa” de la ahora ex ministra Vega, al punto que se produjo una rápida reunión del comité político de ministros en La Moneda, al tiempo que tomaban contacto con el Presidente Boric que se encontraba en actividades en Tierra Amarilla, donde el tema del socavón pasó a segundo plano y, de inmediato, los medios de prensa cambiaron el tenor de la conversación.

Alrededor de las 16.28 horas, el Presidente Boric anunció desde la comuna de Tierra Amarilla para todo el país, a través de los medios de prensa que permanecían expectantes, que había aceptado la renuncia de Vega.

Paralelamente, Vega y sus más cercanos, miraba en un salón de La Moneda la conferencia en que Boric anunció que aceptaba su renuncia al cargo. Más tarde abandonaría la casa de gobierno por el subterráneo. A esa altura también había renunciado la asesora que tomó contacto con Llaitul.

“Esta es la crisis política más grande del Gobierno, por lo que se juega y por los efectos que puede producir no solo en el Gobierno, sino impactar incluso en el resultado del plebiscito. Está acreditado que la evaluación del Gobierno va de la mano con la evaluación del Apruebo. Hoy esa vinculación le está jugando en contra al Apruebo”, comentó para ExAnte el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller.

El mismo analista agrega que este era un problema que estaba pasando en la Araucanía, en donde estaba actuando el poder judicial y el Gobierno era como un garante. Pero ahora aparece involucrado, a través de una gestión de una ministra que funcionaba en La Moneda, lo que lleva a preguntarse si nadie más dentro del comité político de ministros sabía de sus gestiones como ministra sectorial.

Por su parte, Paulina Núñez, jefa de bancada de senadores de RN, señaló: “Lo que hemos conocido es gravísimo. La ministra Vega debe dar explicaciones urgentes y con claridad sobre la vinculación del Gobierno, a través suyo, con Llaitul, imputado por asociaciones ilícitas, terroristas y graves delitos de la ley de seguridad interior del Estado.”

En La Moneda dicen que la ex ministra Vega no era muy cercana al Presidente. Era la ministra del PPD, no estaba en el comité político y por eso, ella tiene que haberse coordinado con alguien de ese comité, para realizar las acciones que realizó.

EL LLAMADO DE LA DISCORDIA

La transcripción del llamado que realizó una profesional del gabinete de la ministra de Desarrollo Social al número de Llaitul muestra que el contacto se produjo a las 17:31:24 horas del 11 de mayo de este año.

Héctor: Aló.

Tania: Hola, buenas tardes, ¿don Héctor Llaitul?

Héctor: Sí, con él.

Tania: Hola, mi nombre es Tania Santis, yo trabajo con la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega.

Héctor: Ya…

Tania: Ella me pidió (ver) la posibilidad de contactarlo y ver la posibilidad de poder tener una conversación en este momento con usted, por teléfono.

Héctor: A ver, a ver, a ver, ¿y cómo consiguió mi número?… ¿Usted o la ministra?

Tania: Ah, le pregunté a una persona que conocía yo en la zona, pero nada especial, no…

Héctor: Me entrega ese dato, me habla por WhatsApp y ahí lo veo.

Tania: Ya, perfecto. Cómo no. Gracias.

(hasta ahí la conversación que se conoció)

Ahora quedan preguntas: ¿A quién le pidió el teléfono la asesora? ¿Quién tenía el teléfono de Llaitul? Que es una gran sorpresa, ¿no? No es fácil tener ese número, ella sabía dónde preguntar y lo obtuvo. La transcripción dice que alguien de La Araucanía se lo dio, habría que preguntarle quién fue. Lo que va a pasar es que va a ser citada a declarar, primero la asesora y después la ex ministra. ¿El Gobierno quería verse involucrado en una causa judicial como la de Llaitul, ya no en calidad de querellante sino de testigo implicado? Obviamente no.

“Se dio vuelta la tortilla”, dicen algunos analistas políticos.

Sin duda que todo esto actúa como un bumerang. Superar esta crisis política pasaba por la salida de la ministra. El Gobierno actuó, pero aún quedan preguntas y ecos para varios días, porque la Comisión Investigadora de la Cámara posibilitará que el tema permanezca en agenda de aquí hasta el día del plebiscito.

 

 

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