Nueva oferta laboral: elementos que se deben evaluar

Por Francisco González, gerente general de Vertical Hunter – www.verticalhunter.cl

Sin duda, recibir un ofrecimiento laboral concreto por estos días, en donde los vaivenes de la economía y el fantasma de una recesión nublan el horizonte del país, es una noticia alentadora para cualquier trabajador. Pero, ¿cuáles son los factores que se deben considerar al momento de aceptar o rechazar tal oferta? ¿Basta sólo con fijarse en el salario? ¿Qué otras dimensiones hay que sopesar?

Si bien el sueldo es un factor clave, no es el único. También hay que tener en cuenta, por ejemplo, otras variables tales como las funciones del puesto; a quién reporta; la modalidad de trabajo; si incluye o no bonos, etc.

A continuación, comparto cada uno de los puntos que se deben considerar en este tipo de situaciones:

Salario. Sin duda es el ítem con más peso al aceptar un ofrecimiento de trabajo. Sin embargo, hay otros elementos que también pueden incidir en la decisión final que se tome al respecto.

Funciones. Es importante saber de antemano detalles como las responsabilidades, atribuciones y objetivos del puesto.

A quien reporta. Conocer a qué gerencia o jefatura debe rendir cuentas da claridad sobre la relevancia del cargo y su ubicación dentro del organigrama.

Modalidad de trabajo. Durante la pandemia, muchas personas conocieron las ventajas de trabajar remotamente y hoy se inclinan por ese formato, en especial los trabajadores que pertenecen a la Generación Z. Es por tal motivo que, actualmente, no da lo mismo si la modalidad laboral de un puesto es presencial, remota o híbrida.

Bonos o premios. Un cargo resulta más atractivo si viene acompañado de algún incentivo adicional, ya sea por el logro de metas o niveles de desempeño.

Beneficios adicionales. Tiene que ver con el salario emocional, es decir, aquella retribución no monetaria que apunta a satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador. Algunos ejemplos de estos son: la flexibilidad horaria, guarderías, días libres, seguros complementarios de salud, salas para la desconexión laboral, etc.

Oportunidades de crecimiento. Se vincula con las posibilidades de potenciar los conocimientos profesionales y proyectarse en otros cargos y áreas dentro de la organización, a lo largo del tiempo.

Programas de capacitación. Que permitan a la persona formarse continuamente y desarrollar ciertas habilidades y destrezas laborales para así adaptarse a los cambios del entorno y a las nuevas tendencias del mercado.

Cultura y ambiente laboral. No es menor conocer un poco más de la organización que hizo la oferta de empleo. Saber de su historia, cultura, filosofía, misión y visión, así como del ambiente laboral existente en ella es un plus a la hora de aceptar o rechazar un ofrecimiento.

Reputación corporativa. Es decir, la imagen que proyecta la empresa y la percepción que de ella tienen sus grupos de interés (stakeholders).

Tras analizar exhaustivamente cada uno de estos elementos, lo importante es que la persona tenga la tranquilidad y convicción suficientes en cuanto a que la decisión que adoptó es la correcta.

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